Actividad de grupo. “Los años 60”
conceptualizamos qué y cómo se ha entendido la:
CULTURA....SUBCULTURA.....CONTRACULTURA
El antropólogo ingles Edward Burnett
Tylor en (1871) estableció el primer y más amplio concepto de
cultura, abarcando: todo complejo que incluye los conocimientos, las
creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y todas las
otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de
la sociedad.
Otro ejemplo de la gran cantidad de
significados es la ofrecida por Octavio Paz el cual define a la
cultura como un conjunto de actitudes, creencias, valores,
expresiones, gestos, hábitos, destrezas, bienes materiales,
servicios, y modos de producción que caracterizan a un conjunto de
una sociedad, es todo aquello en lo que se cree.
Ya hacia mediados de siglo XX Claude
Lévi-Strauss dice que: llamamos cultura a todo fragmento de
humanidad o conjunto etnográfico que desde el punto de vista de la
investigación presenta por relaciones a otros conjuntos de
variaciones significativas. De hecho, el término cultura se emplea
para reagrupar un conjunto de variaciones significativas cuyos
límites según prueba la experiencia coinciden aproximadamente. El
que esta coincidencia no sea nunca absoluta ni se produzca jamás en
todos los niveles al mismo tiempo no debe impedirnos el empleo de la
noción de cultura que es fundamental en antropología y posee el
mismo valor heurístico que el concepto de aislado en demografía que
introduce la noción de discontinuidad.
El antropólogo estadounidense Clifford
Geertz, entendió la cultura como contexto en el que se desarrollan
una serie de rasgos que le son propios, definiéndolos,
identificándolos y diferenciándolos de otros.
El concepto de Contracultura, lo que se
sabe del tema es que fue acuñado por Theodore Roszak, el cual nació
en Chicago en 1933. Fue doctor en Filosofía por la Universidad de
Princeton y se hizo mundialmente famoso con su libro “El nacimiento
de una contracultura”, intentando dar una primera definición al
concepto nos dice que contracultura es ´´esencialmente, una
exploración del comportamiento concreto' de la consciencia, entonces
la experiencia psicodélica se nos muestra como uno, entre otros, de
los métodos posibles de realizar esa exploración´
Bernal Herrera plantea que: ´´El
concepto de contracultura muy en boga en los años sesenta, acuñado
por Roszak, peca de inexacto. En este sentido es preferible el uso
del término ´´culturas contestarías´´, en oposición a las
culturas dominantes”.
Andy Bennett, ´´es un término que
ayuda a entender la desilusión de los jóvenes de esa época acerca
del control de la cultura parental y de la falta de deseo de no
querer formar parte de la máquina de la sociedad´´. Por su parte,
Guillermo Fadanelli define la contracultura ´´como aquello que se
caracteriza en ir en contra de cualquier institución y de los
pensamientos considerados hegemónicos, dominantes de esa época”
Pero, ¿cómo nace el concepto
Contracultura? Para la década de 1960, los jóvenes y estudiantes se
alzaban en protestas y manifestaciones rebeldes, en un contexto en
donde las guerras, la imposición de los discursos hegemónicos y
tecnócratas buscaban alcanzar hasta las esferas más íntimas y
personales de los individuos. Será en ese entonces cuando, las ideas
de izquierdas plasmadas en el adolecente Manifiesto Comunista, serán
rechazadas por la Juventud y los movimientos estudiantiles, quienes
veían en él, solo más adoctrinamientos. Será en este punto, en
donde se verá el nacimiento del concepto contracultura, creado para
analizar los hechos ocurridos en esta década.
Roszack hará de contracultura la
siguiente definición: “Mi específica caracterización de la
contracultura consistió en presentarla como un episodio en la
historia de la conciencia que se desarrolla en dos fases. En primer
lugar existe el impulso casi instintivo de desafiliarse del universo
político de la tecnocracia y del estilo científico de conciencia
sobre el que la tecnocracia se apoya para legitimar su poder. En
segundo lugar, existe la búsqueda –al mismo tiempo desesperada y
jubilosa— de un nuevo principio de realidad que reemplace la
autoridad en declive de la ciencia y de los imperativos de la
industria”.
Para Bernal Herrera, la contracultura,
será útil para “analizar fenómenos espacial y temporalmente
lejanos, si por el entendemos no un conjunto especifico de prácticas
culturales, sino un posicionamiento al interior de un forma cultural
determinada”, es decir, que ciertas pautas y comportamientos que
pueden ser vistas o asimiladas como contraculturales, en otro punto
del globo, o del espacio físico y/o temporal, pueden ser parte de la
cultura dominante.
Cabra señalar que, dentro de las
formaciones culturales es posible distinguir cuatro niveles o
divisiones: 1) la cultura dominante, la cual determina gran parte de
la sociedad y conglomera a la mayoría de sus individuos; 2) las
culturas marginales, las cuales por su tamaño o status social no son
reconocidas por la cultura dominante; 3) las subculturas, las cuales
siendo aceptadas, no rechazan ni van contra la cultura dominante, y
d) las contraculturales, las cuales son creadas a partir de la
negación o en contraparte de la cultura dominante. Todos estos
niveles, estarán regidos, no por sus prácticas, sino más bien por
la fuerza que tengan para poder imponerse frente a las otras.
El concepto de subcultura al igual que
el de cultura, tiene bastantes dificultades a la hora de
conceptualizarla. El término subcultura aparece recién en la
literatura de las ciencias sociales hasta después de la segunda
guerra mundial.
Realizando una pincelada histórica al
concepto de subcultura la autora Tania Arce Cortés, sintetiza de
gran manera los orígenes y utilización de este concepto: la
subcultura se ha utilizado de tres maneras. La primera empieza a ser
empleada (Pearson, 1994; Roberts, 1971) para describir un aspecto
visual y un comportamiento que va a distinguir a los diferentes
grupos. La segunda manera es cuando la Sociología americana, la
Escuela de Chicago, la utilizó para hacer referencia a una teoría
de desviaciones que involucraba a los integrantes con personalidad
criminal. La tercera se localiza en Inglaterra, a mediados de los
años ‘70, cuando surge el Birmingham Centre for Contemporar y
Cultural Studies (CCCS).
La autora mencionada en el párrafo
anterior define subcultura como: La búsqueda, por parte de los
jóvenes en desacuerdo con las ideas hegemónicas, de actitudes y
valores de resistencia reflejados en un estilo que pretende
distanciarse de la cultura parental y dominante, pero sin dejar de
estar en relación dialéctica con ella.
-Cómo conceptualizarían la Cultura?
Qué elementos son parte de la misma?
Por qué existe el término
contacultura, a que se refiere? Cuál es su origen?
Qué opinan de ello? Hoy en día
existen o se reconocen sub o contaculturas?
Actividad de grupo. “Los años 60”
conceptualizamos qué y cómo se ha entendido la:
LA CONTRACULTURA Y LOS MOVIMIENTOS
JUVENILES
El panorama de la juventud de los
sesenta: “Tenemos ante nosotros unas cuantas fotografías de
jóvenes en grupo. Éstos fumando cigarrillos de marihuana que se
pasan unos a otros. Aquéllos haciendo meditación frente al sol
naciente o poniente. Unos, desnudos todos, retozando sobre la arena
de una playa o sobre la hierba. Otros viviendo en una pequeña comuna
al aire libre [...] Un chico cuidando de los niños pequeñitos,
hijos de la comunidad, y jugando con ellos; [...] otros realizando
trabajos artesanales. Nuevas fotos nos muestran la reunión
político-radical de unos jóvenes que “preparan” la revolución,
en tanto que otros marchan por una calle central con carteles de
protesta frente a la violencia de la guerra y, para mayor paradoja,
vemos también una pequeña banda de jóvenes rebeldes asaltando a
una vieja o, como en películas recientes, violando por pura broma a
una mujer delante de su marido. Cultura de las drogas, cultura
religiosa no confesional sino puramente experimental, cultura de la
desnudez y del cuerpo, cultura de la vida sencilla y pobre, cultura
de la creatividad, cultura de la revolución, cultura de la
no-violencia, cultura de la violencia por la violencia. Todas éstas
y muchas más son las imágenes que tenemos delante, y que nos
presentan a la juventud actual como radicalmente diferente del modo
de comportarse de los adultos.” Las subculturas juveniles” en El
futuro de la Universidad y otras polémicas, Madrid, Taurus, 1973,
pp. 101 y 102.
En occidente sólo había, y de hecho
sigue habiendo, una cultura y, dentro de ella, una pluralidad de
subculturas, entendidas éstas no peyorativamente, sino como
realidades particulares dentro de otra más amplia, universal, la
cultura occidental: “Antiguamente la cultura se entendía como
unitaria. No había más cultura propiamente dicha que la occidental,
que recogía en sí la herencia de la cultura clásica, griega y
latina, y también de la hebrea, en cuanto precedente de la cristiana
[...] La [única cultura] que, apoyada en el clasismo y en el
judeocristianismo, trasciende los tiempos y debe ser considerada la
cultura por antonomasia, es la cultura occidental (y, no se olvide,
la ciencia moderna, típicamente occidental e ingrediente capital de
tal cultura en su fase actual).” La subcultura contracultural de
los años sesenta y primera parte de los setenta, supone la ruptura
con la sociedad y la cultura moderna occidental, quieren ser una
verdadera contestación, una repulsa en bloque de la cultura
establecida. Repulsa y contestación, nos dice Aranguren, que puede
hacerse por dos vías diferentes y aun opuestas: “[...] la hippie,
de segregación o separación del mundo cultural occidental, para la
invención o recuperación de formas culturales diferentes en las que
vivir; o la revolucionaria, de lucha frontal contra el Régimen, para
su sustitución por otro no sólo socioeconómicamente sino también
culturalmente diverso. Es decir, para el tránsito a la fase final e
integral del comunismo, según el lenguaje de Marx, al sistema de la
libertad y desaparición del Poder, es decir, a la “anarquía”,
en el buen sentido de la palabra, supresión de todo dominio del
hombre por el hombre, también del dominio indirecto a través del
mantenimiento de tabús y prejuicios “morales”, y de pautas
culturales supuestamente paradigmáticas.” “Las subculturas
juveniles” en El futuro de la Universidad y..., op. cit., pp. 106 y
107.
las experiencias occidentales: los
sesenta: mayo del 68 y hippies
En Europa el Mayo del 68 tuvo una
significación más radicalmente política ya que se instaba a la
lucha anticapitalista y al derrocamiento del sistema establecido:
“[...] la etiqueta “contracultura” expresa más bien un deseo
que una realidad. El movimiento, los movimientos culturales juveniles
han surgido en el mundo occidental, e incluso en la parte más
“occidentalizada”, desarrollada y aun saturada de desarrollo de
Occidente. Y toda reacción depende de la acción previa. O, dicho en
otros términos, de Hegel, los que luchan están abrazados, y la
hostilidad frente a la tecnología y el consumismo serían imposibles
en áreas subdesarrolladas. Sólo quien ya lo ha tenido todo puede
estar cansado de ello, y para “estar de vuelta” hay que “haber
ido” primero.”“Las subculturas juveniles” en El futuro de la
Universidad y..., op. cit., pp. 107
Los jóvenes también se enfrentaron a
los partidos clásicamente revolucionarios y liberadores por su
estructura verticalista y autoritaria y por estar comprometidos con
las propias reglas del sistema político: “Por el contrario, la
rebelión universitaria occidental tomó una significación
completamente nueva, mucho más radical y a la vez más vaga que la
española, y que repudiaba, casi por igual, las dos inspiraciones de
ésta: la democrático-occidental y la democrático-popular o
marxista ortodoxa. El marxismo ortodoxo -se dice ahora- es una
organización de poder represiva de la libertad, que se sacrifica a
la producción económica, es decir, al economicismo, y, por
supuesto, al imperialismo.”Memorias y esperanzas españolas,
Madrid, Taurus, 1969, pp. 209.
-Qué características tienen los
jóvenes del período descrito?
Cómo relacionan sus actitudes y formas
de actuar con los momentos históricos.
Actividad de grupo. “Los años 60”
conceptualizamos qué y cómo se ha entendido la:
FRANCIA, PARIS 1968 y los Hippies
El Mayo del 68 no fue otra cosa que una
constante lucha contra cualquier forma de poder establecido o por
establecer. Se trataba, por lo tanto, de un movimiento expansionista,
subversivo, activamente contestatario. Contestación y no mera
oposición, ya que, en bloque rechazaba la sociedad global: “[...]
no simple oposición parcial, sino repulsa total de un régimen,
tanto en lo político como en lo económico, en lo social, en lo
moral, en lo cultural. La juventud adscrita a esta corriente,
orientada por viejos maestros como Marcuse y guiada por jóvenes
líderes surgidos de su mismo seno, se sintió presta a tomar el
relevo de un proletariado aburguesado en los países del capitalismo
avanzado, y convertirse en el colectivo mesiánico liberador de la
humanidad, a través de una revolución de nuevo estilo.”
Sobre imagen, identidad y heterodoxia, Madrid, Taurus, 1982, pp. 171
y 172.
Todo ello desembocó en el movimiento
contracultural. Tal movimiento se basó en las transferencias que
éste realizó, al nuevo contexto ideológico pregonado por Marcuse,
de las notas definitorias de la generación beat y de los
existencialistas, así como de las ideas vectoras del movimiento
estudiantil. La contracultura buscó el logro social e individual
imposible de alcanzar en la sociedad formalmente organizada. Libertad
e imaginación serían las bases sobre las que se tenía que
conseguir el modelo de nueva vida, modelo que pasaba, necesariamente,
por la supresión de cualquier forma de autoridad y de represión. Se
trataba, nos dice Aranguren, de un movimiento replegado sobre sí
mismo, autosegregacionista, pasivamente distanciado de la sociedad
establecida: “[...] el movimiento contracultural y hippie estuvo
animado por una esperanza, [...] la de constituir una comunidad o,
mejor dicho, una pluralidad, una libre federación de comunidades o
comunas segregadas, separadas de la sociedad global, parala invención
radicalmente autogestionaria, de formas culturales nuevas, en parte
asimiladoras de un espíritu oriental o primitivo, más ricas y
profundas que las establecidas en Occidente.”
No cabe la menor duda que la
subcultura, que la contracultura juvenil no quería saber
absolutamente nada de la cultura dominante, ni siquiera para luchar
contra ella: “[...] la expresión de una disidencia radical con
respecto de ella [la modernidad]: tan radical que ni siquiera se
propone la lucha activa contra ella. Situándose en una perspectiva
postmoderna, se segrega pacíficamente de una sociedad industrial
cuyo motor es el consumismo y, bajo la influencia de las imágenes de
pueblos primitivos que presenta la Antropología cultural y de las
religiones orientales, especialmente hindúes, intenta abrir una
auténtica vía de comunicación -inaccesible a los hombres
“modernos”- con la realidad total.”La crisis del catolicismo,
op. cit., pp. 106.
Se trataba, ante todo y sobre todo, de
un nuevo estilo de vida. Pondrían el acento en la suscitación de
una nueva sensibilidad y el desarrollo de una nueva sensualidad.
Preconizarían una nueva conciencia del cuerpo y de los sentidos,
especialmente, el tacto y la comunicación no verbal. Pasarían de la
sensualidad a la sexualidad, cultivarían la plena liberación
sexual, el comunismo y el polimorfismo sexual, la homosexualidad
junto a la heterosexualidad, es decir, la bisexualidad, en todas las
formas y modos posibles.
Las características esenciales del
modelo, siguiendo la explicación de Aranguren, fueron: 1) El retorno
a la naturaleza: Suponía, esencialmente, la marginación y el inicio
de la autosuficiencia y el desprecio por la estructura del sistema.
2) El espiritualismo orientalista: El verdadero conocimiento era el
autoconocimiento que se oponía al conocimiento racional y científico
patrocinado por el poder . 3) Los alucinógenos: El consumo de drogas
tenía un sentido positivo de indagación interior, de búsqueda de
uno mismo, con una significación totalmente diferente de la que
tiene hoy en día. Era un viaje espiritual, gozoso en sí mismo,
lleno de vida, nunca, como ahora, una huida hacia la muerte . 4) El
pacifismo: Desde su oposición a la guerra del Vietnam, hasta su
creencia de que la revolución y el cambio de la sociedad debía
hacerse por la vía pacífica y por la marginación . 5) La comuna:
Se trataba de una nueva forma organizativa, es decir, consistía en
la abolición de la propiedad privada; y la libertad total en las
relaciones de pareja. Se optó, por lo tanto, por formas libres de
convivencia no reproductoras de los procesos de autoridad, que
confluían en la estructura social del sistema a través de la célula
familiar. Se liberalizaban las relaciones sexuales y se socializaban
las propiedades, desterrándose el concepto de privaticidad . 6) La
liberación sexual: Aparece como la normalización de la libertad y
superación de la represión. El amor como revolución y como acto
subversivo. A todo ello colaboró, no cabe duda, el desarrollo de los
anticonceptivos, aunque también se patentizaron públicamente los
valores de las sexualidades alternativas, contemplándose como una
conquista más en pro de la libertad . 7) Un nuevo sistema económico:
Muchos colectivos intentaron nuevas alternativas económicas a partir
de la música, el cultivo en granjas y la venta de artesanía. Ello
hizo que muchos jóvenes abandonasen los países industriales de
donde eran originarios para instalarse en otros de menor nivel
económico para poder así vivir de sus propias producciones. En este
sentido Ibiza y Formentera fueron islas señeras .
-Qué características tienen los
jóvenes del período descrito?
Cómo relacionan sus actitudes y formas
de actuar con los momentos históricos. Qué fue el movimiento Hippie
y el llamado Mayo del 68?
Qué entienden ustedes por “ la
contracultura juvenil no quería saber absolutamente nada de la
cultura dominante”
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