domingo, 22 de julio de 2018

EEUU en los 50, 60, 70 de los años dorados al cuestionamiento del estilo de vida norteamericano.


ESTADOS UNIDOS DE LA SEGUNDA POS GUERRA, EL PAÍS DE SUEÑOS Y MISERIAS.
EL DESARROLLO ECONÓMICO “LOS AÑOS DORADOS”

Texto I: En los quince años posteriores a la finalización de la II Guerra Mundial Estados Unidos se aseguró el dominio absoluto de la economía internacional, con más de la mitad de toda la producción mundial. En el ámbito monetario, el dólar se consolidó como la moneda más fuerte del planeta, basado en que poseía los dos tercios de la reserva de oro mundial y en la solidez de su economía.
Esta supremacía económica se sustenta en diversos factores. El crecimiento de la población operado luego de la guerra, resultado del aumento de natalidad (esto afectó también a Europa Occidental y Japón). Este crecimiento hizo aumentar la demanda de productos de consumo y, al mismo tiempo, el incremento de mano de obra sirvió para estimular las inversiones y la producción. Otro factor importante fue la existencia de energía y recursos naturales abundantes y a buen precio, como el petróleo, y las materias primas, obtenidas de los países subdesarrolados (América Latina, Medio Oriente, África, Asia), lo que favoreció los costos de la producción industrial. Al mismo tiempo se dieron progresos a nivel científico y técnico que estimularon nuevos sectores de la industria: siderurgia, electrónica, química, informática y robótica; elementos aplicables a la mejora en las técnicas de producción. Todo esto fue acompañado de un aumento del comercio internacional, favorecido por la reducción de las políticas proteccionistas y una tendencia al libre comercio favorecida por el sistema monetario instaurado en Bretton Woods. Otro factor importante fue el aumento y la diversificación del sector de los servicios. Así, un porcentaje cada vez mayor de la población se ocupó en el sector terciario (comercio, turismo). Todos estos elementos fueron acompañados del nuevo papel de estado (Estado de Bienestar) que estimuló del desarrollo de la economía, con una planificación económica y una política monetaria que benefició el desarrollo productivo.
Reelaborado de GARCÍA, Margarita / GATELL, Cristina; “Actual: Historia del Mundo Contemporáneo”; 1998.

EL ESTADO DE BIENESTAR

Texto II: “…frente al liberalismo económico del siglo XIX, la tendencia del siglo XX, inaugurada tras la Primera Guerra Mundial, acelerada en 1929 y notablemente reforzada a partir de 1945, apuntaba hacia un modelo de sociedad que, combinando dosis variables de capitalismo y socialismo, permitiera aprovechar la eficiencia del mercado y la capacidad redistributiva del Estado.
El Estado de bienestar constituye un marco de progreso económico y justicia social (…) otra característica fundamental fue el abandono de algunos dogmas del liberalismo, como el equilibrio presupuestario o la estabilidad de los precios, y la adopción por parte del Estado de un papel activo en el crecimiento económico, basado en la intervención del sector público y en la elevada capacidad de consumo de la población… El Estado asume el costo del sistema de protección social y plantea un reparto más equitativo de los recursos y la nacionalización de algunos servicios públicos, como antídoto general ante los males estructurales del capitalismo: desempleo y pobreza.
Aparece la introducción de una fiscalidad progresiva sobre la renta personal, capaz de generar los recursos necesarios para la financiación del Estado de bienestar, que le otorga a la población: seguridad social, sanidad, enseñanza universal y gratuita, vivienda, servicios públicos. De esta manera, el gasto social pasó del 6% al 16% del PBI entre 1950 y 1975 en Europa Occidental, y del 6% al 12% en Estados Unidos, donde el sistema no alcanzó nunca la amplitud que tuvo en los países europeos. Estado de bienestar, democracia parlamentaria –ampliada con la generalización del sufragio femenino en la posguerra–, revolución científico-técnica y sociedad de consumo serán los principales ingredientes de lo que se conocería como la ‘Edad Dorada’, un período que arranca del final de la Segunda Guerra Mundial y termina en los años setenta, con la crisis del petróleo de 1973. “
Reelaborado de: FUENTES, / LA PARRA,; “Historia Universal del siglo XX”; 2001

Texto III: “Al Estado se le pueden otorgar tres dimensiones que ayudan a desarrollar la idea de ‘Bienestar’. En primer lugar, la dimensión liberal proporciona a la persona los derechos civiles. Seguidamente, encontramos la dimensión democrática, que ofrece los derechos políticos, los cuales dotan de capacidad a la persona para protestar ante el Estado. Por último, la dimensión que más nos interesa: la dimensión social, aquella que garantiza los derechos sociales, las condiciones para poner en práctica el resto de derechos. La dimensión social proporciona los recursos mínimos para el desarrollo, asegura un mínimo nivel de vida para cada persona en cuanto a problemas de vivienda, mercado, educación y sanidad. El mercado genera desigualdad en la sociedad y, ésta última, no tiene mecanismos autorreguladores para reducir estas diferencias. Por lo tanto, el Estado de Bienestar social es una ayuda que frena las desigualdades originadas por el mercado. Del mismo modo sucede con las protestas que permite la dimensión democrática, las cuales inestabilizan el sistema capitalista; el Estado de Bienestar, en cambio, pacta entre empresarios y obreros. El mercado da instrumentos al trabajador para que trabaje y exija equilibrio. Se produce, pues, una negociación entre las dimensiones democrática y capitalista. Éstas, se compaginan solidariamente resolviendo las demandas que van surgiendo. Así, sería posible concluir que el Estado tiene el deber de intervenir desde el primer momento en que se toma conciencia del concepto de desigualdad.”
GARCÍA DE CORTÁZAR – LORENZO ESPINOSA; “Historia del Mundo Actual. 1945-1995”, 1996.

Texto IV: “El ‘gran salto adelante’ de la economía capitalista mundial se debe a que se produjo una reestructuración y una reforma sustancial del capitalismo, y un avance espectacular en la globalización e internacionalización de la economía. En cuanto a lo primero, se produjo una ‘economía mixta’, que facilitó a los Estados la planificación y la gestión de la modernización económica, además de incrementar muchísimo la demanda. Los grandes éxitos económicos de la posguerra en los países capitalistas (…) son ejemplos de industrialización efectuada con el apoyo, la supervisión, la dirección y, a veces, la planificación y la gestión de los gobiernos. Al mismo tiempo, el compromiso político de los gobiernos con el pleno empleo y –en menor grado-, con la reducción de las desigualdades económicas, es decir, un compromiso con el bienestar y la seguridad social, dio pie por primera vez a la existencia de un mercado de consumo masivo de artículos de lujo que ahora pasarían a considerarse necesarios. Cuanto más pobre es la gente, más alta es la proporción de sus ingresos que tiene que dedicar a gastos indispensables como los alimentos. En los años treinta, hasta en los opulentos Estados Unidos aproximadamente un tercio del gasto doméstico se dedicaba a la comida, pero ya a principios de los ochenta, era sólo el 13 por 100. El resto quedaba libre para otros gastos. La edad de oro democratizó el mercado.
Buena parte de la gran expansión mundial fue, por lo tanto, un proceso de ir acortando distancias o, en los Estados Unidos, la continuación de viejas tendencias. El modelo de producción en masa de Henry Ford se difundió por las nuevas industrias automovilísticas del Mundo, mientras que en los Estados Unidos los principios de Ford se aplicaron a nuevas formas de producción, desde casas a comida-chatarra (McDonald’s es un éxito de posguerra). Bienes y servicios hasta entonces restringidos a minorías se pensaban ahora para un mercado de masas, como sucedió con el turismo masivo a playas soleadas. Antes de la guerra jamás habían viajado más de 150.000 norteamericanos a Centroamérica y el Caribe durante un año, pero entre 1950 y 1970, la cifra creció de 300.000 a 7 millones. (…) Lo que en otro tiempo había sido un lujo se convirtió en un indicador de bienestar habitual, por lo menos en los países ricos: heladeras, lavadoras, teléfonos. Ya en 1971 había más de 270 millones de teléfonos en el mundo, en su enorme mayoría en Norteamérica y en Europa occidental, y su difusión iba en aumento. (…) En resumen, ahora al ciudadano medio de esos países le era posible vivir como sólo los muy ricos habían vivido en tiempos de sus padres, con la natural diferencia de que la mecanización había sustituido a los sirvientes.”
HOBSBAWM, Eric; “Historia del Siglo XX”; 1994.


THE AMERICAN WAY OF LIFE

(…)En realidad, (en los años 50) lo que más empezaba a preocupar a la mayoría era cómo y dónde organizar un weekend, sin importar las distancias, ya que se habían acostumbrado en poco tiempo a que el avión las acortara. Se trataba de llevar más allá de la ciudad misma el optimismo del supermercado, del self-service o la cafetería, llevar más allá la sonrisa de una sociedad capaz de cambiar de vestido varias veces al año, bajo la fascinación del pret-á-porter.
Había dejado de preocupar la vivienda porque lo que levantaba ahora dolores de cabeza era cómo reproducir en cada casa los divanes y chimeneas de Hollywood o cómo rememorar, en unos cuantos metros cuadrados delante de la casa, la hermosa pradera que aparecía en las pantallas de todo el país dando sentido a sus vidas.
Había nacido en menos de dos décadas una generación de camas separadas y living-room con heladera eléctrica, lavadora, planchadora y otros cientos de aparato deslumbrantes. Los plásticos imitaban el lujo y viceversa, la congelación hacía que las nuevas familias –sorprendentemente numerosas- cenaran clam chowder (sopa de mariscos) un día si y otro no, spaghetti y apple pie (tarta de manzanas) hasta decir basta.
La mayoría de los niños norteamericanos nacidos en los ´50 amaron a su baby sitter tanto o más que a sus padres, que resultaron ser eternos frecuentadores de fiestas nocturnas. Cuando aquellos niños se levantaban, desayunaban corn flakes y zumo de bote.
Salían a la escuela en desordenada formación, como las sobrinos de Donald, mientras una madre rubio platino, Revlon se descolgó hasta el Shopping centre a la caza de más plásticos, más leche y más dicha a plazos. Un 34% de los esposos de rubias platino meditaba con los pies encima del escritorio como había llegado a ser White collar (oficinista) sin sentirlo, como que su Chevrolet el aguardase apilado en aquellos prodigios de hormigón clasificadores de símbolos del progreso sobre ruedas.
En los momentos más duros de la vida, los norteamericanos habían aprendido a escapar en varias fases. Para los casos menudos estaban los drive-in con sus estrellas de cine al otro lado de la intimidad del volante; si la cosa empeoraba podía soñarse e incluso llegar hasta Las Vegas y, en casos extremos, no había que recurrir inmediatamente al psiquiatra, puesto que todo podía solucionarse en Reno, para volver a empezar al día siguiente. Tenía que ser bueno todo aquello, ya que unos vecinos que habían estado el verano anterior en Europa aseguraban que por allí palidecían de envidia.

Paul Vives- Historia Universal siglo XX



Texto V: “…en 1955, con un 6% de la población del planeta, Estados Unidos disponía del 50% de la riqueza mundial. La producción de energía eléctrica se incrementó en un 340% entre 1940 y 1959 como consecuencia del crecimiento económico, del espectacular aumento de población, que pasó de 123 millones en 1940 a 179 en 1960, y de la irrupción de los electrodomésticos en la mayoría de los hogares norteamericanos: en 1956, el 81% de las familias disponía de televisión, el 96% de heladera, el 67% de aspiradoras y el 89% de lavadora. En 1962, había en Estados Unidos un automóvil por cada 3 habitantes. No cabe duda que la ‘sociedad de la abundancia’ es, pese a la persistencia de graves desigualdades sociales y raciales, una expresión representativa de la realidad cotidiana.”
FUENTES, Juan / LA PARRA, Emilio; “Historia Universal del siglo XX”; 2001.




ALGUNAS PREGUNTAS...
1. Construye un esquema con las principales características del Estado de Bienestar
2. En base al texto I, explica cada uno de los factores que permite el crecimiento económico de Estados Unidos, luego de la II
Guerra Mundial.
3. Explica qué es la sociedad de consumo.
4 .Explica a qué se le llama “Nueva Frontera”
5. Establece a modo de repaso los conflictos que se han abordado en el periodo de referencia.

EL SISTEMA POLÍTICO
1945/1952: Harry Truman (Demócrata)
1953/1960: Dwight Eisenhower (Republicano)
1961/1963: John F. Kennedy (Demócrata)
1964/1968: Lyndon B. Johnson (Demócrata)
1969/1974: Richard Nixon (Republicano)
1974/1976: Gerald Ford (Republicano)
1977/1980: James Carter (Demócrata)
1981/1988: Ronald Reagan (Republicano)
1989/1992: George Bush (Republicano)
1993/2000: Bill Clinton (Demócrata)
2001/2008: George W. Bush (Republicano)
2009/?: Barak Obama (Demócrata)

UN ASPECTO A CONSIDERAR DEL PERÍODO....

EL MACCARTHISMO

Desde la finalización de la guerra, Estados Unidas fue sacudido por una ola de anticomunismo de singular trascendencia.
Los norteamericanos se sintieron preocupados por acontecimientos exteriores (conflicto de Berlín, triunfo de Mao en China) que anunciaban una alarmante expansión del bloque comunista. En lo interno, esta situación condujo a la idea de que los espías "rojos" eran muchos en el país y que, infiltrándose en el gobierno, trasmitían secretos de Estado o descubrimientos científicos a los enemigos soviéticos.
El punto de partida de esta "fiebre comunista" estuvo relacionado con el comienzo de la Guerra Fría y la guerra de Corea. Desde el primer gobierno de Truman se intentó llevar adelante algunas medidas que garantizaran la lealtad de los funcionarios. Sus resultados fueron de escasa importancia y los estadounidenses reaccionaron con apatía e indiferencia.
En 1950, entró en acción un nuevo personaje: el senador republicano por el Estado de Wisconsin, Joseph Mc Carthy, quien fue el abanderado de una agresiva campaña nacional contra el comunismo, conocida también como "Caza de brujas". Desde el Comité de Actividades Antinorteamericanas orquestó una agresiva campaña nacional contra el comunismo. Su táctica consistía en realizar acusaciones escandalosas, aludiendo a documentos que jamás llegaban a ser leídos por quienes lo escuchaban.
En febrero de 1950 anunció: "Si bien no puedo tomarme el tiempo de nombrar a todos los hombres del Departamento de Estada que han sido miembros del Partido Comunista y miembros de un círculo de espionaje, yo tengo aquí en la mano una lista de doscientos cinco que eran conocidos por el Secretario de Estado como integrantes del Partido Comunista y que, no obstante, aún trabajan y modelan la política del Departamento de Estado.
En mi opinión el Departamento de Estado, que es una de las reparticiones más importantes del gobierno, está cabalmente infestado de comunistas. Obran en mi poder 57 casas de individuos que parecerían a bien miembros portadores de carnet o ciertamente leales al Partido Comunista, pero que, no obstante, siguen ayudando a moldear nuestra política exterior. "
En medio de este clima tuvo lugar, en 1951, el proceso de Julius y Ethel Rosenberg, acusados de haber trasmitido a la URSS informaciones suministradas por el hermano de Ethel, que trabajaba en los laboratorios de Los Álamos. Los Rosenberg también habían trabajado en estos laboratorios cuando se estaba construyendo la bomba atómica, en 1944-45. Luego de tres años de falsos testigos y falsos testimonios, la justicia los sentenció a la silla eléctrica sin que fueran oídas las peticiones de clemencia de grandes personalidades como Einstein, Sartre, Picasso e incluso Truman y Eisenhower.
Diez famosos de Hollywood cayeron en las manos del anticomunismo. Elia Kazan se vio obligado a colaborar con el Comité denunciando a muchos de sus colegas para poder seguir su carrera. Joseph Losey tuvo que exiliarse a Europa, Polansky no pudo volver a dirigir hasta los años sesenta, el actor Jonh Garfield murió de un ataque al corazón en plena campaña de acoso y desprestigio de su persona. Charles Chaplin y Orson Welles se vieron obligados a viajar a Europa; Bertold Brecht no fue autorizado a permanecer en Estados Unidos. Ninguna actividad intelectual se vio libre de la doctrina del peligro claro y actual sustentada por el magistrado Vinson a partir de las acusaciones de Mc Carthy y sus agentes. Las mismas Universidades, centros de investigación y escuelas secundarias padecieron los efectos de las sospechas generalizadas e incluso las delaciones infundadas o las tergiversaciones capciosas. Las revistas de mayor tiradas publicaron densos artículos en las que se explicaba cómo se podía llegar a ser comunista inadvertidamente, o en los que se alertaba al ciudadano con titulares inapelables: "Los comunistas están tras sus hijos". Antes de 1954, Hollywood produjo más de cuarenta películas expresamente anticomunistas. El Capitán América, héroe del comic, gritaba desde sus tiras: "¡Atención "commies" (comunistas), espías, traidores y agentes extranjeros! ¡El Capitán América, con todos los leales hombres libres detrás, los vigilan!"
El Maccartismo fue detenido cuando el Senador quiso llevar las acusaciones al Ejército. El 2 de diciembre de 1954, el Senado calificó la conducta de Mc Carthy coma "impropia de un miembro del Senado", censurando sus acciones.

La opinión de un historiador sobre el Maccartismo:

"(...) Más concretamente, la histeria pública facilitaba a los presidentes la obtención de enormes sumas necesarias para financiar la política norteamericana gracias a una ciudadanía notoria por su escasa predisposición a pagar impuestos. Y el anticomunismo era auténtica y visceralmente popular en un país basado en el individualismo y en la empresa privada, (...) que podían considerarse prácticamente el polo opuesto al comunismo.(...) No fue el gobierno de los Estados Unidos quien inició el sórdido e irracional frenesí de la caza de brujas anticomunista, sino demagogos por lo demás insignificantes que descubrieron el potencial político de la denuncia a gran escala del enemigo interior. (...)" Eric Hobsbawm, "Historia del Siglo XX"

Voces contra el Mccarthismo…Su principal logro ha sido el de confundir a la opinión pública, entre las amenazas del comunismo. No debemos confundir desacuerdo con deslealtad. Debemos recordar siempre que una acusación no es una prueba y que una condena depende de la evidencia y del debido proceso de la ley. [...] No caminaremos con miedo, el uno del otro. [...] No descendemos de hombres temerosos, de hombres que temían escribir, hablar, asociarse y defender causas que eran, por el momento, impopulares.[...] ¿Y de quién es el fallo? En realidad no es suyo. Él no creó esta situación de miedo; él meramente la explotó, y más bien exitosamente. Casio estaba en lo cierto: «El fallo, querido Bruto, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos». Edward R. Murrow.

Ejercicios
1) ¿Cuáles son los antecedentes del Maccartismo?
2) Realiza una definición de Maccartismo.
3) ¿Por qué el Maccartismo es un aspecto de la Guerra Fría?
4) ¿Por qué se le llamó "caza de brujas"?
5) ¿Qué medios de difusión de ideas fueron controlados y usadas en la campaña anticomunista?
6) En el discurso de Mc Carthy (texto que está en cursiva) subraya las expresiones que revelen imprecisión en cuanto a la certeza de las acusaciones.
7)Según Hobsbawm, ¿Qué ventajas tenía el anticomunismo en Estados Unidos?
8)¿Por qué dice que tiene "potencial político"?

UN EJEMPLO DE LAS PERSECUCIONES A SOSPECHOSOS  O CASA DE BRUJAS

MACCARTHISMO. La caza de brujas: el caso de Charles Chaplin.

Entre las víctimas de la histeria anticomunista hay que recordar a Charles Chaplin. Su confesión de que nunca había sio comunista ni había pertenecido a ningún partido no impidió que supiera que sería llamado a declarar. Decidió que no regresaría a Estados Unidos y fijó su residencia en Suiza.
Muchos profesores universitarios se encontraron en dificultades o sin trabajo. Y algunos escritores figuraron entre las filas de sospechosos de antiamericanismo. El alemán Bertold Bretch se vió obligado a atender las solicitudes del Comité, por su carácter de extranjero, aunque no por ello abandonó su apoyo al Comité de la Primera Enmienda. El genial guionista Dalton Trumbo no pudo firmar con su nombre... solo en 1960 se supo que era el responsable del guión de “Éxodo” y “Espartaco”. El novelista Dashiel Hammet, autor de novelas negras... se negó a testimoniar y fue condenado por desacato. Tras 5 meses en prisión, fue puesto en libertad por su penoso estado de salud.
Un interrogatorio (fragmento de “Mi autobiografía” de Charles Chaplin).
“... Una semana después recibí una llamada telefónica del Departamento de Inmigración para decirme que desearían formularme algunas preguntas. ¿Podrían venir a casa?
-Desde luego- contesté.
Vinieron tres hombres y una mujer; la mujer traía una máquina estenográfica. Los otros llevaban unas cajitas cuadradas que contenían, indudablemente, magnetófonos... Me di cuenta que eran cuatro contra uno, y que debí haber hecho que estuviera presente mi abogado, aunque no tenía nada que ocultar.
Los conduje a la veranda y la mujer llevó su máquina... y la colocó sobre una mesita. Los otros se sentaron en un diván, con los magnetófonos delante. El interrogador sacó un expediente de unos treinta centímetros de alto, que depositó cuidadosamente en la mesa que tenía junto a él. Me senté enfrente. Luego comenzó a hojear su dosier, hoja por hoja.
-¿Es Charles Chaplin su verdadero nombre?
-Si.
-Algunas personas dicen que su nombre es (aquí mencionó un nombre de evidente sonido extranjero) y que es usted originario de Galitzia.
-No. Mi nombre es Charles Chaplin, como mi padre, y nací en Londres, Inglaterra.
-¿Dice usted que nunca ha sido comunista?
-Nunca. No he formado parte jamás de una organización política en mi vida.
-Usted pronunció un discurso en que dijo ‘camaradas’ ¿Qué quería usted dar a entender con eso?
-Exactamente eso. Busqué la palabra en el diccionario. Los comunistas no tienen la exclusiva de esa palabra.
Continuó con preguntas por el estilo; luego, de repente inquirió:
-¿Ha cometido usted alguna vez adulterio?
-Oigame- le contesté-, si está buscando una argucia para echarme del país, dígamelo y arreglaré mis asuntos de acuerdo con ello, porque no tengo deseo de permanecer en ninguna parte donde se me considere persona ‘non grata’.
-¡Oh, no! –me dijo-; es una pregunta que se hace al tramitar todos los permisos para una nueva entrada.
-¿Cuál es la definición de adulterio?- pregunté.
Los dos buscamos en el diccionario.
-Significa ‘fornicación con la esposa de otro hombre’ – me dijo.
Reflexioné un momento.
-No, que yo sepa- dije.
-Si este país fuera invadido, ¿lucharía para defenderlo?
-Con toda seguridad. Quiero a esta nación; aquí tengo mi hogar y aquí he vivido durante 40 años- contesté.
-Pero no se ha hecho ciudadano norteamericano.
-No hay ninguna ley contra eso. Sin embargo, pago aquí mis impuestos.
-Pero, ¿por qué sigue las consignas del partido?
-Si usted me dice lo que son las consignas y de qué partido, podré contestar si las sigo o no.
Texto tomado de “Cronos, Historia del Mundo Contemporáneo” de Antonio Fernández.

LA POLITICA DE JFK

JF KENNEDY “LA NUEVA FRONTERA”
La década de 1950 había mostrado enormes adelantos económicos pero al mismo tiempo fuertes diferencias sociales. La distancia entre el bienestar de las clases altas y medias, provistas de buenos ingresos y la insuficiencia de los sectores sumergidos, se hizo inocultable. Los núcleos de pobreza crecieron en las grandes ciudades produciéndose el retorno al campo de muchos ciudadanos que habían llegado al medio urbano en busca de oportunidades de empleo. Al mismo tiempo, Estados Unidos debía enfrentar nuevos y poderosos competidores económicos y comerciales como Europa y Japón, ya recuperados de los desastres bélicos.
Esta era la situación de cara a las elecciones de 1960. En ella se presentaron Richard Nixon por el Partido Republicano (vicepresidente de Eisenhower), y John F. Kennedy por el Partido Demócrata.
Kennedy apuntó a marcar los problemas del país y la inacción que el presidente demostraba ante ellos, y su poca energía en las negociaciones con la U.R.S.S. También se valió de un recurso difundido masivamente entre la población y que comenzará, a partir de ese momento, a ser determinante en el desarrollo político de Estados Unidos: la televisión. En el primer debate televisado, el 26 de setiembre de 1960, Nixon apareció ante la opinión pública como un hombre mayor, cansado y poco claro; Kennedy desplegó una energía vital, optimista, segura.
El primer martes de noviembre de 1960, Nixon fue derrotado por un margen muy limitado (118.000 votos en un total de 60 millones de electores).
Kennedy, en su discurso inaugural acuñó un lema de gran impacto popular: “No te preguntes lo que tu Patria puede hacer por ti; preguntante lo que tú puedes hacer por tu Patria.” De esta manera apeló a la participación y al compromiso de cada ciudadano, dejando de lado el viejo estilo político norteamericano, que consistía en reclamar el voto a los electores asegurándoles la solución a todos sus problemas.
Pese a la corta duración de su mandato, la gestión presidencial de Kennedy tuvo aspectos significativos, fundamentalmente en la forma en que encaró ciertos problemas internos (la situación de los negros y la pobreza) y el relacionamiento del diálogo con la U.R.S.S.
Su programa de gobierno fue conocido con el nombre de ‘Nueva Frontera’. Al mismo tiempo, intentó recuperar el protagonismo del Estado en la resolución de los problemas que golpeaban a la sociedad, y buscó moderar los gastos del presupuesto. Apuntó al desarrollo tecnológico (carrera espacial) y a restablecer el liderazgo estadounidense a escala mundial.
Criticó la lentitud de la expansión económica durante la administración anterior, elemento que varió notablemente. De esta manera, Estados Unidos ingresó en el período de prosperidad más largo de su historia. El ritmo de expansión económica promedio pasó del 2,7% en los cincuenta a 4,7% anual, en los sesenta.
En el plano internacional, mantuvo una postura abiertamente anticomunista, pero buscó el permanente diálogo con el bloque socialista, lo que contribuyó a una mayor distensión mundial en plena Guerra Fría.
El programa de gobierno de Kennedy no pasó de intenciones ya que contó con una fuerte oposición del Congreso (con mayoría republicana) y sólo pudo ejercer la presidencia por dos años. El 22 de noviembre de 1963 fue asesinado cuando viajaba en un auto descapotable durante una visita a la ciudad de Dalas, en Texas.
Ese mismo día en Washington, el vicepresidente Lyndon Johnson juraba como nuevo Presidente de los Estados Unidos. Pese a continuar los principios marcados por su antecesor, los logros de la administración demócrata no pudieron ocultar otros aspectos negativos (sobre todo la Guerra de Vietnam) que terminaron paralizando la política reformista. Reelaborado de: AA.VV.; “Historia IV: El Mundo Actual”; 2004.

“La Nueva Frontera de que yo hablo no es una serie de promesas, sino una serie de problemas. En ella se resumen no aquellas cosas que tengo intención de ofrecer a los norteamericanos, sino aquellas que tengo intención de pedirles. Ella apela a su lealtad y a su orgullo, no a su cartera. Promete, en primera instancia, sacrificios y no tranquilidad.
Pero os digo que estamos frente a la Nueva Frontera… Más allá de esa frontera se extienden los dominios inexplorados de la ciencia y del espacio, los problemas no resueltos de la paz y de la guerra, los pozos de la ignorancia y prejuicios…, de la pobreza…Estimo que nuestra época exige inventiva, innovación, imaginación y decisión. Os pido que seáis los pioneros de la Nueva Frontera.” J.F Kennedy

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