El Totalitarismo
“”Los movimientos totalitarios son organizaciones de masas de individuos
atomizados y aislados. En comparación con todos los demás partidos y
movimientos, su característica externa e su exigencia de una lealtad total,
irrestringida, incondicional e inalterable del miembro
individual. Esta exigencia es formulada por los dirigentes de los
movimientos totalitarios incluso antes de la llegada al poder. Precede
usualmente a la organización total del país bajo su dominio y se deduce de la
afirmación de sus ideologías de que su organización abarcará a su debido tiempo
a toda la raza humana(…) Solo puede esperarse que semejante lealtad provenga
del ser humano completamente aislado, quien sin otros lazos sociales con la
familia, los amigos, los camaradas o incluso los simples conocidos, deriva su
sentido de tener un lugar en el mundo solo de su pertenencia a un movimiento,
de su afiliación a un partido”.
Hannah Arendt “Los Orígenes del
totalitarismo” Madrid, Taurus, 2004
El terror totalitario.
“El camino hacia la dominación totalitaria
pasa por muchas fases intermedias, para las cuales podemos hallar numerosos
precedentes y analogías. El terror extraordinariamente sangriento de la fase
inicial de la dominación totalitaria sirve, desde luego, al propósito
exclusivo de derrotar a los adversarios y de hacer imposible toda oposición
ulterior; pero el terror total comienza sólo después de haber sido superada
esta fase inicial y cuando el régimen ya no tiene nada que temer de la
oposición. Solo tras haber sido completado el extermino de los enemigos
auténticos y comenzada la caza de los “Enemigos objetivos”, se
torna el terror en el verdadero contenido de los regímenes totalitarios”(…)
(…) el totalitarismo definió ideológicamente a
sus enemigos antes de apoderarse del poder, así que las categorías de los
“sospechosos” no fueron establecidas a través de la información de la
policía. De esta forma los judíos en la Alemania nazi o los
descendientes de las antiguas clases poseedoras en la Rusia soviética no eran
realmente sospechosos de ninguna acción hostil; habían sido declarados
enemigos “objetivos” del régimen de acuerdo con la ideología de este”.
La categoría de enemigos objetivos sobrevive a
los primeros enemigos ideológicamente determinados del movimiento, conforme a
las cambiantes circunstancias, se descubren nuevos enemigos objetivos (…)
La tarea de la policía totalitaria no
consiste en descubrir delitos, sino en hallarse disponible cuando el gobierno
decide detener a cierto sector de la población.(…)
La categoría del sospechoso abarca
así, bajo las condiciones totalitarias, a toda la población, cada pensamiento
que se desvía de la línea oficialmente prescrita y permanentemente cambiante,
es sospechoso, se cual fuera el campo de la actividad humana en el que
sucede. Simplemente por su capacidad de pensar los seres humanos son
sospechosos por definición y esta sospecha no puede ser descartada en razón
de una conducta ejemplar, porque la capacidad humana de pensar es también una
capacidad de cambiar la mente propia. Como, además, es imposible llegar a
conocer más allá de la duda el corazón de otro hombre(…) la sospecha n puede
ser mitigada(…) La sospecha mutua, por eso, cala todas las relaciones
sociales en los países totalitarios y crea una atmósfera omnipenetrante al
margen de la esfera especial de la policía secreta”.
Hannah Arendt “Los
Orígenes del totalitarismo” Madrid, Taurus, año 2004.
La atomización de la sociedad: el caso sovíetico.
“La atomización masiva en la sociedad
soviética fue lograda mediante al empleo hábil de purgas repetidas que
invariablemente preceden a la liquidación de grupos. Para destruir todos los
lazos sociales y familiares, la purgas son realizadas de tal manera que
amenazan con el mismo destino al acusado y a toda sus relaciones corrientes,
desde los simples conocidos hasta sus más íntimos amigos y parientes. La
consecuencia del simple e ingenioso sistema de la “culpabilidad por
asociación” es que, tan pronto como un hombre es acusado sus antiguos amigos
se transforman inmediatamente en sus más feroces enemigos; para salvar sus
propias pieles proporcionan información voluntariamente y se apresuran a
formular denuncias que corroboran las pruebas inexistentes contra él. Este,
obviamente, es el único camino de probar que son merecedores de confianza.
Retrospectivamente, trataran de demostrar que su conocimiento o amistad con
el acusado era solo un pretexto para espiarle y para revelarle como
saboteador, como trotskista, como espía extranjero, o como fascista. Como el
merito se estima en función de las denuncias de los más íntimos camaradas, es
obvio que la precaución más elemental exige que uno evite todos los contactos
íntimos si es posible-no para impedir el descubrimiento de los propios
pensamientos secretos sino mas bien para eliminar, en el caso casi seguro de
males futuros, a todas las personas que puedan tener no solo un interés en
denúnciarle a uno, sino una irresistible necesidad de producir la ruina de
uno simplemente porque se hayan en peligro sus propias vidas. En último análisis,
gracias al desarrollo de este sistema hasta sus más lejanos y
fantásticos extremos, los dirigente bolcheviques lograron crear una sociedad
atomizada e individualizada como nunca se había conocido antes y que
difícilmente hubieran producido por si mismos acontecimientos o catástrofes”
Hanna Arendt “los Orígenes del Totalitarismo”
1- Explique el significado de la siguiente expresión: “el totalitarismo definió ideológicamente a sus enemigos
antes de apoderarse del poder”.
2-¿Qué función cumple la sospecha mutua en un régimen totalitario?
3- Explique en qué consiste la atomización de la sociedad en base a lo
que trabaja el texto 3.
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