ESTADOS UNIDOS DE LA SEGUNDA POS GUERRA, EL PAÍS DE SUEÑOS Y
MISERIAS.
EL DESARROLLO ECONÓMICO “LOS
AÑOS DORADOS”
Texto I: En los
quince años posteriores a la finalización de la II Guerra Mundial Estados
Unidos se aseguró el dominio absoluto de la economía internacional, con más de
la mitad de toda la producción mundial. En el ámbito monetario, el dólar se
consolidó como la moneda más fuerte del planeta, basado en que poseía los dos
tercios de la reserva de oro mundial y en la solidez de su economía.
Esta supremacía
económica se sustenta en diversos factores. El crecimiento de la población
operado luego de la guerra, resultado del aumento de natalidad (esto afectó
también a Europa Occidental y Japón). Este crecimiento hizo aumentar la demanda
de productos de consumo y, al mismo tiempo, el incremento de mano de obra
sirvió para estimular las inversiones y la producción. Otro factor importante
fue la existencia de energía y recursos naturales abundantes y a buen precio,
como el petróleo, y las materias primas, obtenidas de los países
subdesarrolados (América Latina, Medio Oriente, África, Asia), lo que favoreció
los costos de la producción industrial. Al mismo tiempo se dieron progresos a
nivel científico y técnico que estimularon nuevos sectores de la industria:
siderurgia, electrónica, química, informática y robótica; elementos aplicables
a la mejora en las técnicas de producción. Todo esto fue acompañado de un
aumento del comercio internacional, favorecido por la reducción de las
políticas proteccionistas y una tendencia al libre comercio favorecida por el
sistema monetario instaurado en Bretton Woods. Otro factor importante fue el
aumento y la diversificación del sector de los servicios. Así, un porcentaje
cada vez mayor de la población se ocupó en el sector terciario (comercio,
turismo). Todos estos elementos fueron acompañados del nuevo papel de estado
(Estado de Bienestar) que estimuló del desarrollo de la economía, con una
planificación económica y una política monetaria que benefició el desarrollo
productivo.
Reelaborado de
GARCÍA, Margarita / GATELL, Cristina; “Actual: Historia del Mundo
Contemporáneo”; 1998.
EL ESTADO DE
BIENESTAR
Texto II: “…frente al liberalismo
económico del siglo XIX, la tendencia del siglo XX, inaugurada tras la Primera
Guerra Mundial, acelerada en 1929 y notablemente reforzada a partir de 1945,
apuntaba hacia un modelo de sociedad que, combinando dosis variables de
capitalismo y socialismo, permitiera aprovechar la eficiencia del mercado y la
capacidad redistributiva del Estado.
El Estado de bienestar
constituye un marco de progreso económico y justicia social (…) otra
característica fundamental fue el abandono de algunos dogmas del liberalismo,
como el equilibrio presupuestario o la estabilidad de los precios, y la
adopción por parte del Estado de un papel activo en el crecimiento económico,
basado en la intervención del sector público y en la elevada capacidad de
consumo de la población… El Estado asume el costo del sistema de protección
social y plantea un reparto más equitativo de los recursos y la nacionalización
de algunos servicios públicos, como antídoto general ante los males
estructurales del capitalismo: desempleo y pobreza.
Aparece la introducción
de una fiscalidad progresiva sobre la renta personal, capaz de generar los recursos
necesarios para la financiación del Estado de bienestar, que le otorga a la
población: seguridad social, sanidad, enseñanza universal y gratuita, vivienda,
servicios públicos. De esta manera, el gasto social pasó del 6% al 16% del PBI
entre 1950 y 1975 en Europa Occidental, y del 6% al 12% en Estados Unidos,
donde el sistema no alcanzó nunca la amplitud que tuvo en los países europeos.
Estado de bienestar, democracia parlamentaria –ampliada con la generalización
del sufragio femenino en la posguerra–, revolución científico-técnica y
sociedad de consumo serán los principales ingredientes de lo que se conocería
como la ‘Edad Dorada’, un período que arranca del final de la Segunda Guerra
Mundial y termina en los años setenta, con la crisis del petróleo de 1973. “
Reelaborado de: FUENTES, / LA
PARRA,; “Historia Universal del siglo XX”; 2001
Texto III: “Al Estado se le pueden
otorgar tres dimensiones que ayudan a desarrollar la idea de ‘Bienestar’. En
primer lugar, la dimensión liberal proporciona a la persona los derechos
civiles. Seguidamente, encontramos la dimensión democrática, que ofrece los
derechos políticos, los cuales dotan de capacidad a la persona para protestar
ante el Estado. Por último, la dimensión que más nos interesa: la dimensión
social, aquella que garantiza los derechos sociales, las condiciones para poner
en práctica el resto de derechos. La dimensión social proporciona los recursos
mínimos para el desarrollo, asegura un mínimo nivel de vida para cada persona
en cuanto a problemas de vivienda, mercado, educación y sanidad. El mercado
genera desigualdad en la sociedad y, ésta última, no tiene mecanismos
autorreguladores para reducir estas diferencias. Por lo tanto, el Estado de
Bienestar social es una ayuda que frena las desigualdades originadas por el
mercado. Del mismo modo sucede con las protestas que permite la dimensión
democrática, las cuales inestabilizan el sistema capitalista; el Estado de
Bienestar, en cambio, pacta entre empresarios y obreros. El mercado da
instrumentos al trabajador para que trabaje y exija equilibrio. Se produce,
pues, una negociación entre las dimensiones democrática y capitalista. Éstas,
se compaginan solidariamente resolviendo las demandas que van surgiendo. Así,
sería posible concluir que el Estado tiene el deber de intervenir desde el
primer momento en que se toma conciencia del concepto de desigualdad.”
GARCÍA DE CORTÁZAR –
LORENZO ESPINOSA; “Historia del Mundo Actual. 1945-1995”, 1996.
Texto IV: “El ‘gran
salto adelante’ de la economía capitalista mundial se debe a que se produjo una
reestructuración y una reforma sustancial del capitalismo, y un avance
espectacular en la globalización e internacionalización de la economía. En
cuanto a lo primero, se produjo una ‘economía mixta’, que facilitó a los Estados
la planificación y la gestión de la modernización económica, además de
incrementar muchísimo la demanda. Los grandes éxitos económicos de la posguerra
en los países capitalistas (…) son ejemplos de industrialización efectuada con
el apoyo, la supervisión, la dirección y, a veces, la planificación y la
gestión de los gobiernos. Al mismo tiempo, el compromiso político de los
gobiernos con el pleno empleo y –en menor grado-, con la reducción de las
desigualdades económicas, es decir, un compromiso con el bienestar y la
seguridad social, dio pie por primera vez a la existencia de un mercado de
consumo masivo de artículos de lujo que ahora pasarían a considerarse
necesarios. Cuanto más pobre es la gente, más alta es la proporción de sus
ingresos que tiene que dedicar a gastos indispensables como los alimentos. En
los años treinta, hasta en los opulentos Estados Unidos aproximadamente un
tercio del gasto doméstico se dedicaba a la comida, pero ya a principios de los
ochenta, era sólo el 13 por 100. El resto quedaba libre para otros gastos. La
edad de oro democratizó el mercado.
Buena parte
de la gran expansión mundial fue, por lo tanto, un proceso de ir acortando
distancias o, en los Estados Unidos, la continuación de viejas tendencias. El
modelo de producción en masa de Henry Ford se difundió por las nuevas
industrias automovilísticas del Mundo, mientras que en los Estados Unidos los
principios de Ford se aplicaron a nuevas formas de producción, desde casas a
comida-chatarra (McDonald’s es un éxito de posguerra). Bienes y servicios hasta
entonces restringidos a minorías se pensaban ahora para un mercado de masas,
como sucedió con el turismo masivo a playas soleadas. Antes de la guerra jamás
habían viajado más de 150.000 norteamericanos a Centroamérica y el Caribe durante
un año, pero entre 1950 y 1970, la cifra creció de 300.000 a 7 millones. (…) Lo
que en otro tiempo había sido un lujo se convirtió en un indicador de bienestar
habitual, por lo menos en los países ricos: heladeras, lavadoras, teléfonos. Ya
en 1971 había más de 270 millones de teléfonos en el mundo, en su enorme
mayoría en Norteamérica y en Europa occidental, y su difusión iba en aumento.
(…) En resumen, ahora al ciudadano medio de esos países le era posible vivir
como sólo los muy ricos habían vivido en tiempos de sus padres, con la natural
diferencia de que la mecanización había sustituido a los sirvientes.”
HOBSBAWM, Eric;
“Historia del Siglo XX”; 1994.
THE AMERICAN WAY OF LIFE
(…)En realidad, (en los años 50) lo que más empezaba a
preocupar a la mayoría era cómo y dónde organizar un weekend, sin importar las
distancias, ya que se habían acostumbrado en poco tiempo a que el avión las
acortara. Se trataba de llevar más allá de la ciudad misma el optimismo del
supermercado, del self-service o la cafetería, llevar más allá la sonrisa de
una sociedad capaz de cambiar de vestido varias veces al año, bajo la
fascinación del pret-á-porter.
Había dejado de preocupar la vivienda porque lo que
levantaba ahora dolores de cabeza era cómo reproducir en cada casa los divanes
y chimeneas de Hollywood o cómo rememorar, en unos cuantos metros cuadrados
delante de la casa, la hermosa pradera que aparecía en las pantallas de todo el
país dando sentido a sus vidas.
Había nacido en menos de dos décadas una generación de camas
separadas y living-room con heladera eléctrica, lavadora, planchadora y otros
cientos de aparato deslumbrantes. Los plásticos imitaban el lujo y viceversa,
la congelación hacía que las nuevas familias –sorprendentemente numerosas-
cenaran clam chowder (sopa de mariscos) un día si y otro no, spaghetti y apple
pie (tarta de manzanas) hasta decir basta.
La mayoría de los niños norteamericanos nacidos en los ´50
amaron a su baby sitter tanto o más que a sus padres, que resultaron ser
eternos frecuentadores de fiestas nocturnas. Cuando aquellos niños se
levantaban, desayunaban corn flakes y zumo de bote.
Salían a la escuela en desordenada formación, como las
sobrinos de Donald, mientras una madre rubio platino, Revlon se descolgó hasta el
Shopping centre a la caza de más plásticos, más leche y más dicha a plazos. Un
34% de los esposos de rubias platino meditaba con los pies encima del
escritorio como había llegado a ser White collar (oficinista) sin sentirlo,
como que su Chevrolet el aguardase apilado en aquellos prodigios de hormigón
clasificadores de símbolos del progreso sobre ruedas.
En los momentos más duros de la vida, los norteamericanos
habían aprendido a escapar en varias fases. Para los casos menudos estaban los
drive-in con sus estrellas de cine al otro lado de la intimidad del volante; si
la cosa empeoraba podía soñarse e incluso llegar hasta Las Vegas y, en casos
extremos, no había que recurrir inmediatamente al psiquiatra, puesto que todo
podía solucionarse en Reno, para volver a empezar al día siguiente. Tenía que
ser bueno todo aquello, ya que unos vecinos que habían estado el verano
anterior en Europa aseguraban que por allí palidecían de envidia.
Paul Vives- Historia Universal siglo XX
Texto V: “…en 1955,
con un 6% de la población del planeta, Estados Unidos disponía del 50% de la riqueza
mundial. La producción de energía eléctrica se incrementó en un 340% entre 1940
y 1959 como consecuencia del crecimiento económico, del espectacular aumento de
población, que pasó de 123 millones en 1940 a 179 en 1960, y de la irrupción de
los electrodomésticos en la mayoría de los hogares norteamericanos: en 1956, el
81% de las familias disponía de televisión, el 96% de heladera, el 67% de
aspiradoras y el 89% de lavadora. En 1962, había en Estados Unidos un automóvil
por cada 3 habitantes. No cabe duda que la ‘sociedad de la abundancia’
es, pese a la persistencia de graves desigualdades sociales y raciales, una
expresión representativa de la realidad cotidiana.”
FUENTES, Juan / LA
PARRA, Emilio; “Historia Universal del siglo XX”; 2001.
ALGUNAS PREGUNTAS...
1. Construye un esquema
con las principales características del Estado de Bienestar
2. En base al texto I,
explica cada uno de los factores que permite el crecimiento económico de
Estados Unidos, luego de la II
Guerra Mundial.
3. Explica qué es la sociedad de
consumo.
4 .Explica a
qué se le llama “Nueva Frontera”
5. Establece
a modo de repaso los conflictos que se han abordado en el periodo de
referencia.
EL SISTEMA POLÍTICO
1945/1952: Harry Truman
(Demócrata)
1953/1960: Dwight
Eisenhower (Republicano)
1961/1963: John F.
Kennedy (Demócrata)
1964/1968: Lyndon B.
Johnson (Demócrata)
1969/1974: Richard Nixon
(Republicano)
1974/1976: Gerald Ford
(Republicano)
1977/1980: James Carter
(Demócrata)
1981/1988: Ronald Reagan
(Republicano)
1989/1992: George Bush
(Republicano)
1993/2000: Bill Clinton
(Demócrata)
2001/2008: George W. Bush
(Republicano)
2009/?: Barak Obama (Demócrata)
UN ASPECTO A CONSIDERAR DEL PERÍODO....
EL MACCARTHISMO
Desde la finalización de la guerra, Estados Unidas fue sacudido por
una ola de anticomunismo de singular trascendencia.
Los norteamericanos se sintieron preocupados por acontecimientos
exteriores (conflicto de Berlín, triunfo de Mao en China) que anunciaban una
alarmante expansión del bloque comunista. En lo interno, esta situación condujo
a la idea de que los espías "rojos" eran muchos en el país y que,
infiltrándose en el gobierno, trasmitían secretos de Estado o descubrimientos
científicos a los enemigos soviéticos.
El punto de partida de esta "fiebre comunista" estuvo
relacionado con el comienzo de la Guerra Fría y la guerra de Corea. Desde el
primer gobierno de Truman se intentó llevar adelante algunas medidas que
garantizaran la lealtad de los funcionarios. Sus resultados fueron de escasa
importancia y los estadounidenses reaccionaron con apatía e indiferencia.
En 1950, entró en acción un nuevo personaje: el senador republicano
por el Estado de Wisconsin, Joseph Mc Carthy, quien fue el abanderado de una
agresiva campaña nacional contra el comunismo, conocida también como "Caza
de brujas". Desde el Comité de Actividades Antinorteamericanas orquestó
una agresiva campaña nacional contra el comunismo. Su táctica consistía en
realizar acusaciones escandalosas, aludiendo a documentos que jamás llegaban a
ser leídos por quienes lo escuchaban.
En febrero de 1950 anunció: "Si bien no puedo tomarme el tiempo
de nombrar a todos los hombres del Departamento de Estada que han sido miembros
del Partido Comunista y miembros de un círculo de espionaje, yo tengo aquí en
la mano una lista de doscientos cinco que eran conocidos por el Secretario de
Estado como integrantes del Partido Comunista y que, no obstante, aún trabajan
y modelan la política del Departamento de Estado.
En mi opinión el Departamento de Estado, que es una de las
reparticiones más importantes del gobierno, está cabalmente infestado de comunistas.
Obran en mi poder 57 casas de individuos que parecerían a bien miembros
portadores de carnet o ciertamente leales al Partido Comunista, pero que, no
obstante, siguen ayudando a moldear nuestra política exterior. "
En medio de este clima tuvo lugar, en 1951, el proceso de Julius y
Ethel Rosenberg, acusados de haber trasmitido a la URSS informaciones
suministradas por el hermano de Ethel, que trabajaba en los laboratorios de Los
Álamos. Los Rosenberg también habían trabajado en estos laboratorios cuando se
estaba construyendo la bomba atómica, en 1944-45. Luego de tres años de falsos
testigos y falsos testimonios, la justicia los sentenció a la silla eléctrica
sin que fueran oídas las peticiones de clemencia de grandes personalidades como
Einstein, Sartre, Picasso e incluso Truman y Eisenhower.
Diez famosos de Hollywood cayeron en las manos del anticomunismo. Elia
Kazan se vio obligado a colaborar con el Comité denunciando a muchos de sus
colegas para poder seguir su carrera. Joseph Losey tuvo que exiliarse a Europa,
Polansky no pudo volver a dirigir hasta los años sesenta, el actor Jonh
Garfield murió de un ataque al corazón en plena campaña de acoso y desprestigio
de su persona. Charles Chaplin y Orson Welles se vieron obligados a viajar a
Europa; Bertold Brecht no fue autorizado a permanecer en Estados Unidos.
Ninguna actividad intelectual se vio libre de la doctrina del peligro claro y
actual sustentada por el magistrado Vinson a partir de las acusaciones de Mc
Carthy y sus agentes. Las mismas Universidades, centros de investigación y
escuelas secundarias padecieron los efectos de las sospechas generalizadas e
incluso las delaciones infundadas o las tergiversaciones capciosas. Las
revistas de mayor tiradas publicaron densos artículos en las que se explicaba
cómo se podía llegar a ser comunista inadvertidamente, o en los que se alertaba
al ciudadano con titulares inapelables: "Los comunistas están tras sus
hijos". Antes de 1954, Hollywood produjo más de cuarenta películas
expresamente anticomunistas. El Capitán América, héroe del comic, gritaba desde
sus tiras: "¡Atención "commies" (comunistas), espías, traidores
y agentes extranjeros! ¡El Capitán América, con todos los leales hombres libres
detrás, los vigilan!"
El Maccartismo fue detenido cuando el Senador quiso llevar las
acusaciones al Ejército. El 2 de diciembre de 1954, el Senado calificó la
conducta de Mc Carthy coma "impropia de un miembro del Senado",
censurando sus acciones.
La opinión de un historiador sobre el Maccartismo:
"(...) Más concretamente, la histeria pública facilitaba a los
presidentes la obtención de enormes sumas necesarias para financiar la política
norteamericana gracias a una ciudadanía notoria por su escasa predisposición a
pagar impuestos. Y el anticomunismo era auténtica y visceralmente popular en un
país basado en el individualismo y en la empresa privada, (...) que podían
considerarse prácticamente el polo opuesto al comunismo.(...) No fue el
gobierno de los Estados Unidos quien inició el sórdido e irracional frenesí de la
caza de brujas anticomunista, sino demagogos por lo demás insignificantes que
descubrieron el potencial político de la denuncia a gran escala del enemigo
interior. (...)" Eric Hobsbawm, "Historia del Siglo XX"
Voces
contra el Mccarthismo…Su principal logro ha sido el de confundir a la opinión
pública, entre las amenazas del comunismo. No debemos confundir desacuerdo con
deslealtad. Debemos recordar siempre que una acusación no es una prueba y que
una condena depende de la evidencia y del debido proceso de la ley. [...] No
caminaremos con miedo, el uno del otro. [...] No descendemos de hombres
temerosos, de hombres que temían escribir, hablar, asociarse y defender causas
que eran, por el momento, impopulares.[...] ¿Y de quién es el fallo? En
realidad no es suyo. Él no creó esta situación de miedo; él meramente la
explotó, y más bien exitosamente. Casio estaba en lo cierto: «El fallo, querido
Bruto, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos». Edward R.
Murrow.
Ejercicios
1) ¿Cuáles son los antecedentes del Maccartismo?
2) Realiza una definición de Maccartismo.
3) ¿Por qué el Maccartismo es un aspecto de la Guerra Fría?
4) ¿Por qué se le llamó "caza de brujas"?
5) ¿Qué medios de difusión de ideas fueron controlados y usadas en la
campaña anticomunista?
6) En el discurso de Mc Carthy (texto que está en cursiva) subraya las
expresiones que revelen imprecisión en cuanto a la certeza de las acusaciones.
7)Según Hobsbawm, ¿Qué ventajas tenía el anticomunismo en Estados
Unidos?
8)¿Por qué dice que tiene "potencial político"?
UN EJEMPLO DE LAS PERSECUCIONES A SOSPECHOSOS O CASA DE BRUJAS
MACCARTHISMO. La caza de brujas: el caso de Charles Chaplin.
Entre las víctimas de la histeria anticomunista hay que recordar a
Charles Chaplin. Su confesión de que nunca había sio comunista ni había
pertenecido a ningún partido no impidió que supiera que sería llamado a
declarar. Decidió que no regresaría a Estados Unidos y fijó su residencia en
Suiza.
Muchos profesores universitarios se encontraron en dificultades o sin
trabajo. Y algunos escritores figuraron entre las filas de sospechosos de
antiamericanismo. El alemán Bertold Bretch se vió obligado a atender las
solicitudes del Comité, por su carácter de extranjero, aunque no por ello
abandonó su apoyo al Comité de la Primera Enmienda. El genial guionista Dalton
Trumbo no pudo firmar con su nombre... solo en 1960 se supo que era el
responsable del guión de “Éxodo” y “Espartaco”. El novelista Dashiel Hammet,
autor de novelas negras... se negó a testimoniar y fue condenado por desacato.
Tras 5 meses en prisión, fue puesto en libertad por su penoso estado de salud.
Un interrogatorio (fragmento de “Mi autobiografía” de Charles
Chaplin).
“... Una semana después recibí una llamada telefónica del Departamento
de Inmigración para decirme que desearían formularme algunas preguntas.
¿Podrían venir a casa?
-Desde luego- contesté.
Vinieron tres hombres y una mujer; la mujer traía una máquina
estenográfica. Los otros llevaban unas cajitas cuadradas que contenían,
indudablemente, magnetófonos... Me di cuenta que eran cuatro contra uno, y que
debí haber hecho que estuviera presente mi abogado, aunque no tenía nada que
ocultar.
Los conduje a la veranda y la mujer llevó su máquina... y la colocó
sobre una mesita. Los otros se sentaron en un diván, con los magnetófonos
delante. El interrogador sacó un expediente de unos treinta centímetros de
alto, que depositó cuidadosamente en la mesa que tenía junto a él. Me senté
enfrente. Luego comenzó a hojear su dosier, hoja por hoja.
-¿Es Charles Chaplin su verdadero nombre?
-Si.
-Algunas personas dicen que su nombre es (aquí mencionó un nombre de
evidente sonido extranjero) y que es usted originario de Galitzia.
-No. Mi nombre es Charles Chaplin, como mi padre, y nací en Londres,
Inglaterra.
-¿Dice usted que nunca ha sido comunista?
-Nunca. No he formado parte jamás de una organización política en mi
vida.
-Usted pronunció un discurso en que dijo ‘camaradas’ ¿Qué quería usted
dar a entender con eso?
-Exactamente eso. Busqué la palabra en el diccionario. Los comunistas
no tienen la exclusiva de esa palabra.
Continuó con preguntas por el estilo; luego, de repente inquirió:
-¿Ha cometido usted alguna vez adulterio?
-Oigame- le contesté-, si está buscando una argucia para echarme del
país, dígamelo y arreglaré mis asuntos de acuerdo con ello, porque no tengo
deseo de permanecer en ninguna parte donde se me considere persona ‘non grata’.
-¡Oh, no! –me dijo-; es una pregunta que se hace al tramitar todos los
permisos para una nueva entrada.
-¿Cuál es la definición de adulterio?- pregunté.
Los dos buscamos en el diccionario.
-Significa ‘fornicación con la esposa de otro hombre’ – me dijo.
Reflexioné un momento.
-No, que yo sepa- dije.
-Si este país fuera invadido, ¿lucharía para defenderlo?
-Con toda seguridad. Quiero a esta nación; aquí tengo mi hogar y aquí
he vivido durante 40 años- contesté.
-Pero no se ha hecho ciudadano norteamericano.
-No hay ninguna ley contra eso. Sin embargo, pago aquí mis impuestos.
-Pero, ¿por qué sigue las consignas del partido?
-Si usted me dice lo que son las consignas y de qué partido, podré
contestar si las sigo o no.
Texto tomado de “Cronos, Historia del Mundo Contemporáneo” de Antonio
Fernández.
LA POLITICA DE JFK
JF KENNEDY “LA NUEVA FRONTERA”
La década
de 1950 había mostrado enormes adelantos económicos pero al mismo tiempo
fuertes diferencias sociales. La distancia entre el bienestar de las clases
altas y medias, provistas de buenos ingresos y la insuficiencia de los sectores
sumergidos, se hizo inocultable. Los núcleos de pobreza crecieron en las
grandes ciudades produciéndose el retorno al campo de muchos ciudadanos que
habían llegado al medio urbano en busca de oportunidades de empleo. Al mismo tiempo,
Estados Unidos debía enfrentar nuevos y poderosos competidores económicos y comerciales
como Europa y Japón, ya recuperados de los desastres bélicos.
Esta era la
situación de cara a las elecciones de 1960. En ella se presentaron Richard
Nixon por el Partido Republicano (vicepresidente de Eisenhower), y John F.
Kennedy por el Partido Demócrata.
Kennedy
apuntó a marcar los problemas del país y la inacción que el presidente
demostraba ante ellos, y su poca energía en las negociaciones con la U.R.S.S.
También se valió de un recurso difundido masivamente entre la población y que
comenzará, a partir de ese momento, a ser determinante en el desarrollo
político de Estados Unidos: la televisión. En el primer debate televisado, el
26 de setiembre de 1960, Nixon apareció ante la opinión pública como un hombre
mayor, cansado y poco claro; Kennedy desplegó una energía vital, optimista,
segura.
El primer
martes de noviembre de 1960, Nixon fue derrotado por un margen muy limitado
(118.000 votos en un total de 60 millones de electores).
Kennedy, en
su discurso inaugural acuñó un lema de gran impacto popular: “No te
preguntes lo que tu Patria puede hacer por ti; preguntante lo que tú puedes
hacer por tu Patria.” De esta manera apeló a la participación y al compromiso
de cada ciudadano, dejando de lado el viejo estilo político norteamericano, que
consistía en reclamar el voto a los electores asegurándoles la solución a todos
sus problemas.
Pese a la
corta duración de su mandato, la gestión presidencial de Kennedy tuvo aspectos
significativos, fundamentalmente en la forma en que encaró ciertos problemas
internos (la situación de los negros y la pobreza) y el relacionamiento del diálogo
con la U.R.S.S.
Su programa
de gobierno fue conocido con el nombre de ‘Nueva Frontera’. Al mismo
tiempo, intentó recuperar el protagonismo del Estado en la resolución de los
problemas que golpeaban a la sociedad, y buscó moderar los gastos del presupuesto.
Apuntó al desarrollo tecnológico (carrera espacial) y a restablecer el
liderazgo estadounidense a escala mundial.
Criticó la
lentitud de la expansión económica durante la administración anterior, elemento
que varió notablemente. De esta manera, Estados Unidos ingresó en el período de
prosperidad más largo de su historia. El ritmo de expansión económica promedio
pasó del 2,7% en los cincuenta a 4,7% anual, en los sesenta.
En el plano
internacional, mantuvo una postura abiertamente anticomunista, pero buscó el
permanente diálogo con el bloque socialista, lo que contribuyó a una mayor
distensión mundial en plena Guerra Fría.
El programa
de gobierno de Kennedy no pasó de intenciones ya que contó con una fuerte
oposición del Congreso (con mayoría republicana) y sólo pudo ejercer la
presidencia por dos años. El 22 de noviembre de 1963 fue asesinado cuando
viajaba en un auto descapotable durante una visita a la ciudad de Dalas, en
Texas.
Ese mismo
día en Washington, el vicepresidente Lyndon Johnson juraba como nuevo
Presidente de los Estados Unidos. Pese a continuar los principios marcados por
su antecesor, los logros de la administración demócrata no pudieron ocultar
otros aspectos negativos (sobre todo la Guerra de Vietnam) que terminaron
paralizando la política reformista. Reelaborado de: AA.VV.; “Historia IV: El
Mundo Actual”; 2004.
“La Nueva
Frontera de que yo hablo no es una serie de promesas, sino una serie de
problemas. En ella se resumen no aquellas cosas que tengo intención de ofrecer
a los norteamericanos, sino aquellas que tengo intención de pedirles. Ella
apela a su lealtad y a su orgullo, no a su cartera. Promete, en primera
instancia, sacrificios y no tranquilidad.
Pero os digo
que estamos frente a la Nueva Frontera… Más allá de esa frontera se extienden
los dominios inexplorados de la ciencia y del espacio, los problemas no
resueltos de la paz y de la guerra, los pozos de la ignorancia y prejuicios…,
de la pobreza…Estimo que nuestra época exige inventiva, innovación, imaginación
y decisión. Os pido que seáis los pioneros de la Nueva Frontera.” J.F Kennedy