domingo, 25 de marzo de 2018

LAS CONFERENCIAS , la organización de "La Paz"


LAS CONFERENCIAS: YALTA, POSTDAM Y LA PAZ

En febrero de 1945, las fuerzas del Eje se encontraban muy debilitadas y parecía que la victoria aliada era cuestión de tiempo, parecía el momento de que las grandes potencias se pusieran de acuerdo en qué iba a pasar cuando acabara la guerra y cómo iba a organizarse el mundo posbélico, pues si esto no se resolvía la situación de 1939 podría repetirse. Por ello, EE.UU., el Reino Unido y la URSS adoptaron el papel de árbitros globales para tomar decisiones que iban a tener duraderas repercusiones.

Del 4 al 11 de febrero de 1945, los jefes de gobierno de las tres grandes potencias; Roosevelt, por parte de EE.UU.; Churchill, representando al Reino Unido, y el jefe supremo de la Unión Soviética, Stalin; se reunieron en Yalta (Crimea) para coordinar los planes de guerra y llegar a un acuerdo respecto al futuro de Europa. En ese momento, las posiciones de los estadounidenses y los soviéticos parecen las más fuertes y los acuerdos las reflejan. Por un lado, la entrada de EE.UU. en la Guerra fue decisiva para cambiar la tendencia de la misma pero sus intereses se ven muy repartidos entre Europa y el Pacifico y percibe que cualquier ayuda acabaría rápidamente con el escenario bélico y no necesitaría seguir destinando recursos a una guerra que parece ganada pero que sigue sin acabarse. La Unión Soviética, en cambio, se encuentra a menos de 100 kilómetros de Berlín y su pacto de no agresión con Japón le permite concentrarse en un único frente, la dinámica bélica parece favorecerla.

En Yalta se tomaron cinco decisiones fundamentales para el futuro de Europa:

·    Tras la Guerra, Alemania sería desmilitarizada y dividida en cuatro zonas de ocupación (administradas por EE.UU., el Reino Unido, Francia y la URSS, respectivamente). También estaría sujeta al pago de indemnizaciones de guerra y a una reducción territorial estableciendo su nueva frontera oriental en los ríos Oder y Neisse.
·       Se  aprueba  una  Declaración  sobre  la  Europa  liberada,  que  venía  a  dar a entender que el continente se reconstruiría por medios democráticos, eliminando todos los elementos fascistas.


División administrativa de los territorios alemanes y anexión de territorios
 siguiendo las directrices acordadas en Yalta

·      La URSS obtendría el dominio de los territorios polacos conseguidos en 1939 por lo que Polonia se vería compensada obteniendo territorios alemanes en el occidente del país. La nueva frontera sería la ya mencionada línea Oder-Neisse.
·       Se da forma a la ONU, de la que ya existía una propuesta, concibiendo la idea del Consejo de Seguridad y de su funcionamiento.
·      Se llegó al acuerdo secreto de que la URSS apoyaría a EE.UU. en el Pacífico atacando a Japón en el plazo de tres meses tras la derrota alemana. A cambio la Unión Soviética recibiría la isla de Sajalín y las Kuriles y llegaría a una situación previa a la de la guerra ruso-japonesa de 1905.

Las tres grandes potencias volvieron a reunirse en Postdam entre el 17 de julio y el 2 de agosto, una vez acabada la Guerra. Estaban representadas ahora por Harry Truman(nuevo presidente norteamericano tras la muerte de Roosevelt), Churchill (quien sería sustituido por Clement Attlee tras las elecciones de 1945) y el dictador soviético Stalin; quienes pretendían ahora organizar una posguerra que se antojaba difícil dados los intereses contrapuestos de tantos territorios y la dura reconstrucción del continente tras los efectos de la Guerra.

Los acuerdos llevados a cabo incluían:

·    La  desmilitarizacióndesnazificacióndescartelización  (eliminación de los grandes conglomerados industriales y empresariales, en su mayoría militares) y democratización de Alemania. Con esto se pretendía borrar todo rastro de elementos afines al régimen nazi, algo básico para la futura reconstrucción de Alemania.
·       La confirmación de la división administrativa de Alemania y Austria  en cuatro zonas de ocupación (algo propuesto anteriormente en Yalta). Ambos países permanecerían separados.
·       La devolución de los territorios ocupados por el Eje así como el desplazamiento y reasentamiento de los alemanes ubicados en dichos lugares.
·         Los criminales de guerra debían ser perseguidos y juzgados por un tribunal.

Las conferencias de Yalta y Postdam establecían las líneas generales sobre las que se diseñaría la reconstrucción política de Europa, sin embargo quedaban en el aire numerosas cuestiones resultantes de los cambios fronterizos realizados por el régimen nazi y por los mandatos de las grandes potencias. Estas cuestiones debían resolverse si Europa no quería convertirse de nuevo en un polvorín. Por ello, en 1947, las potencias aliadas y del Eje (salvo Alemania) se reúnen en París. El acuerdo incluía el pago de reparaciones de guerra, la democratización de los territorios (en los que se debían respetar los derechos de las minorías) y los ajustes territoriales que incluían:

·     Para Italia: la pérdida de sus colonias y la independencia de Albania.   Las fronteras italianas volverían a ser las de antes de la llegada del régimen fascista salvo las que tenía con Yugoslavia y Francia. Pierde además las islas del Adriático a favor de Yugoslavia y del Dodecaneso a favor de Grecia.
·         Hungría volvía, aproximadamente, a las fronteras anteriores a la Guerra.
·     Finlandia,   Rumanía y Bulgaria  volvían  a tener,  con  pocos cambios,  las fronteras anteriores al 1 de enero de 1941.

No será hasta la firma del Tratado de Paz de San Francisco en 1951, que no se produce el fin formal de la II Guerra Mundial, a pesar de la rendición japonesa en 1945. El acuerdo, retrasado por los acontecimientos en China y Corea, sería firmado por 49 países. Las fronteras niponas se vieron reducidas por los territorios perdidos durante la guerra y no se le impusieron reparaciones de guerra. Con facilidad pasó a convertirse en aliado de EE.UU.


MODIFICACIONES TERRITORIALES

https://www.youtube.com/watch?v=fUaxL2rS85E


ONU

24 de octubre de 1945 || Nacen las Naciones Unidas

En 1945, representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, para redactar la Carta de las Naciones Unidas. Los delegados deliberaron sobre la base de propuestas preparadas por los representantes de China, la Unión Soviética, el Reino Unido, y los Estados Unidos en Dumbarton Oaks, Estados Unidos, entre agosto y octubre de 1944.
La Carta fue firmada el 26 de junio de 1945 por los representantes de los 50 países. Polonia, que no estuvo representada, la firmó mas tarde y se convirtió en uno de los 51 Estados Miembros fundadores.
Las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios.
El Día de las Naciones Unidas se celebra todos los años en esa fecha.


martes, 13 de marzo de 2018

Bienvenidos estudiantes de 4to 2018

HISTORIA MEMORIA Y OLVIDO

     La memoria colectiva es el recuerdo o conjunto de recuerdos conscientes o no de una experiencia colectiva y/ o mitificada por una colectividad viva, de cuya identidad forma parte integrante el sentimiento de pasado. Le Goff
     Entre el olvido y la memoria, ¿qué elegir? La contradicción entre ambas fórmulas es sólo aparente. La memoria no se opone al olvido. La memoria es, siempre y necesariamente, una interacción entre el olvido (el hecho de borrar) y la salvaguarda del pasado en su totalidad –algo a decir verdad imposible. La memoria selecciona en el pasado lo que considera importante para el individuo o para la colectividad; además, lo organiza y lo orienta de acuerdo con un sistema de valores que le es propio. A los pueblos les gusta más recordar las páginas gloriosas de su historia que las vergonzosas. Las personas, por su parte, a menudo procuran liberarse de un recuerdo traumatizante sin lograrlo.
     ¿Por qué necesitamos recordar? Porque el pasado constituye realmente el fondo de nuestra identidad, individual o colectiva, y porque sin un sentimiento de identidad, sin la confirmación que ésta da a nuestra existencia, nos sentimos amenazados y paralizados. Esta exigencia de identidad es, pues, perfectamente legítima: necesito saber quién soy y a qué grupo pertenezco. Pero tanto los hombres como los grupos viven en medio de otros hombres, de otros grupos. Por eso no es posible contentarse con decir que cada uno tiene derecho a existir; es indispensable ver cómo esta afirmación influye en la existencia de los demás.    
     En cuanto a las colectividades, es raro que sientan la tentación de olvidar radicalmente el mal de que han sido víctimas. Los afro-americanos de hoy   no procuran de ningún modo que se olvide el traumatismo de la esclavitud que sufrieron sus antepasados. En éste y otros casos, cabría desear que, al igual que para los individuos, se evite la alternativa estéril de la omisión total o de la evocación sin fin: el mal sufrido debe inscribirse en la memoria colectiva, pero para permitir que nos volquemos mejor hacia el porvenir.
     Nadie debe impedir que se recupere la memoria. Antes de volver la hoja, decía Jelu Jelev, presidente de Bulgaria inmediatamente después de la caída del comunismo, hay que leerla.
     Pero, ¿basta recordar el pasado para evitar que se repita, como parece afirmar Santayana (“los que olvidan el pasado están condenado a repetirlo”)? En absoluto. A decir verdad, lo que se produce con mayor frecuencia es lo contrario: es un pasado de antigua víctima el que permite al agresor actual encontrar sus mejores justificaciones. Existe el riesgo también de que los que no olvidan el pasado lo repitan también, cambiando de papel: nada impide que la antigua víctima se convierta a su vez en agresor. La memoria del genocidio que sufrieron los judíos está viva en Israel; sin embargo, los palestinos han sido allí víctimas de otras injusticias.
     Los límites de esta forma de memoria, que da primacía a los papeles del héroe y la víctima, quedaron de manifiesto durante la conmemoración del cincuentenario de Hiroshima y Nagasaki en 1995: en Estados Unidos sólo se quería recordar la actitud heroica del país en la derrota del militarismo adverso; en Japón, sólo el hecho de haber sido víctimas de las bombas atómicas.
     Hay en cambio un mérito indiscutible en pasar de la propia desgracia, o de la de sus allegados, a la desgracia de los demás, en no reclamar para sí el estatuto exclusivo de antigua víctima. Asimismo, reconocer el mal cometido por nosotros en el pasado, aunque no sea tan grave como el que hemos sufrido, puede contribuir a mejorarnos.
     El pasado no tiene derechos en sí, ha de ser puesto al servicio del presente, así como el deber de memoria ha de quedar sometido al de justicia.-


Fuentes para elaborar el material: *”La nueva historia” de Jacques Le Goff) y *”La memoria del mal” de Tzvetan Todorov en Correo de la UNESCO  diciembre de 1999 “La memoria y el olvido”

ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN Y COMPRENSIÓN LECTORA

1-¿qué entiendes por memoria? ¿y memoria colectiva?
2-¿qué relación hay entre memoria y olvido?
3-¿cuál es el "papel" de la Historia? ¿cómo se relaciona con el olvido y la memoria?
4-¿Quiénes son J. Le Goff y T. Todorov?




FRAGMENTOS EXTRAÍDOS DE LA OBRA: “1984” DE GEORGE ORWELL.

Las detenciones ocurrían invariablemente por la noche. Se despertaba uno sobresaltado porque una mano le sacudía a uno el hombro, una linterna le enfocaba los ojos y un círculo de sombríos rostros aparecía en torno del lecho. En la mayoría de los casos no había proceso alguno ni se daba cuenta oficialmente de la detención. La gente desaparecía sencillamente y siempre durante la noche. El nombre del individuo en cuestión desaparecía de los registros, se borraba de todas partes toda referencia a lo que hubiera hecho y su paso por la vida quedaba totalmente anulado como si jamás hubiera existido. Para esto se empleaba la palabra vaporizado. […]
Mientras doblaba y desplegaba mecánicamente los brazos – sin perder ni por un instante la expresión de contento que se consideraba apropiada durante las Sacudidas Físicas -, se esforzaba por resucitar el confuso período de su primera infancia. Pero le resultaba extraordinariamente difícil. Más allá de los años cincuenta y tantos – al final de la década – todo se desvanecía. Sin datos externos de ninguna clase a qué referirse era imposible reconstruir ni siquiera el esquema de la propia vida. (…)
Desde entonces, la guerra había sido continua, aunque hablando con exactitud no se trataba siempre de la misma guerra. Durante algunos meses de su infancia había habido una confusa lucha callejera en el mismo Londres y él recordaba con toda claridad algunas escenas. Pero hubiera sido imposible reconstruir la historia de aquel período ni saber quién luchaba contra quién en un momento dado, pues no quedaba ningún documento ni pruebas de ninguna clase que permitieran pensar que la disposición de las fuerzas en lucha hubiera sido en algún momento distinta a la actual. (…)
Si el Partido podía alargar la mano hacia el pasado y decir que este o aquel acontecimiento nunca había ocurrido, esto resultaba mucho más horrible que la tortura y la muerte.
El Partido dijo que Oceanía nunca había sido aliada de Eurasia. Él, Winston Smith, sabía que Oceanía había estado aliada con Eurasia cuatro años antes. Pero, ¿dónde constaba ese conocimiento? Sólo en su propia conciencia, la cual, en todo caso, iba a ser aniquilada muy pronto. Y si todos los demás aceptaban la mentira que impuso el Partido, si todos los testimonios decían lo mismo, entonces la mentira pasaba a la Historia y se convertía en verdad. “El que controla el pasado – decía el slogan del Partido -, controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado.”


El pasado, pensó Winston, no sólo había sido alterado, sino que estaba siendo destruido. Pues, ¿cómo iba usted a establecer el hecho más evidente si no existía más prueba que el recuerdo de su propia memoria?

A pensar:   puedes buscar información sobre la obra literaria.

1-      ¿Qué implicaba ser “vaporizado”? ¿Con qué fin consideras que se llevaba a cabo dicho procedimiento?
2-      ¿Qué obstáculos encuentra Winston Smith para “reconstruir  la historia” del período de su infancia?
3-      ¿Qué reflexión te merece el slogan del partido?
4-       ¿Qué relación encuentras entre memoria e historia en los fragmentos que se citan?

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Iniciando el año, nos ubicamos en 1945....
¿qué sucedió?  imposible abarcar todo, por lo tanto nos vamos a centrar en un hecho de importancia al menos para gran parte del mundo...el fin de la segunda guerra mundial.

VIDEO RESUMEN DEL ENFRENTAMIENTO DE ALIADOS Y EL EJE

https://www.youtube.com/watch?v=TJIsi9ZDSFY

Super resumen de revista científica Historia.

Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945. Con gran parte de las tropas aliadas ganando posiciones en Europa, los rusos a las puertas de Berlín y el reciente asesinato de su mayor aliado, Mussolini, no vio otra salida. Con el dictador fuera de juego, ¿por qué no finalizó el conflicto hasta septiembre de ese mismo año?
Tras el suicidio del artífice y mayor impulsor de esta guerra, le sucedió al mando su número dos,Goebbels, el famoso ministro de propaganda. La situación de Alemania con él al frente no fue a mejor, tras fracasar en su intento de llegar a un acuerdo con la URSS, acabó suicidándose también. La esperada e inminente rendición se produjo el 7 de mayo de 1945, a manos del último presidente de la Alemania nazi, Karl Dönitz, que se rindió ante los americanos.
La Alemania de Hitler ya estaba fuera de combate, entonces ¿quién quedaba? Japón. Los americanos llevaban trabajando varios años en la creación de la bomba atómica, y cuando ya consiguieron que fuese una realidad, sus planes de usarla no cambiaron, tan solo varió el objetivo.
En vez de Alemania, el destinatario fue Japón. El 6 de agosto de 1945 se lanzó la primera de las dos bombas atómicas. El bombardero Enola Gay arrojó sobre Hiroshima la mortífera carga, que mató de un plumazo a 70.000 personas e hirió de gravedad a otras 70.000.
A pesar de este duro golpe, Japón no se rindió, y el presidente Truman prosiguió con su mortal ofensiva. El 9 de agosto de ese mismo año tuvo lugar el lanzamiento de la segunda bomba, esta vez, sobre Nagasaki. En este ataque fallecieron 80.000 personas.
El 15 de agosto, antes de que la aviación americana prosiguiese con sus lanzamientos, el emperador japonés Hirohito anunció públicamente su rendición. Finalmente, la capitulación oficial se firmó el 2 de septiembre de 1945 en el interior de un acorazado estadounidense.

Exactamente 6 años y un día después, el conflicto mundial más dañino hasta el momento puso punto y final.

Gran tema a debatir el siguiente: la bomba atómica... ¿quién sabe de ella? enlace para investigar http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/061/html/sec_7.html

¿Era necesario lanzar la bomba atómica contra Hiroshima?

Arturo WallaceBBC Mundo, @bbc_wallace                                                                        26 mayo 2016
Nadie había tomado nunca antes una decisión así. Hasta el momento ninguna otra persona lo ha hecho. Y nadie más ha tenido que convivir con semejantes consecuencias.
Pero ordenar transformar a toda una ciudad en una sucursal del infierno y en el proceso acabar con la vida de 140.000 seres humanos –en su inmensa mayoría civiles, muchos luego de terribles padecimientos– no puede ser fácil.

Eso fue sin embargo lo que ocurrió después de que Harry S. Truman autorizó el lanzamiento de una bomba atómica sobre la localidad japonesa de Hiroshima, un 6 de agosto de hace ya 70 años*. "La usamos para acortar la agonía de la guerra, para salvar las vidas de miles y miles de jóvenes estadounidenses", se justificó el presidente estadounidense tres días después, en un mensaje transmitido el día del lanzamiento de una segunda bomba sobre la ciudad de Nagasaki.
Terminaba así la Segunda Guerra Mundial. Y empezaba un debate que todavía no ha terminado.
Efectivamente, muchos todavía consideran que la relativamente rápida rendición japonesa valida la decisión de Truman de recurrir a las armas nucleares.
Para ese entonces, los bombardeos de la fuerza aérea estadounidense ya habían causado más muertos que los que eventualmente provocarían los dos artefactos nucleares. Y Japón no se rendía.
Y la alternativa –una invasión acompañada por un bloqueo naval– muy probablemente hubiera tenido un costo todavía mucho mayor en vidas humanas, para ambos bandos.
Otros, sin embargo, jamás considerarán justificable el uso de armas o estrategias que no discriminan entre combatientes y civiles, y no falta quien considere que lo de Hiroshima fue un crimen de guerra.
Pero además, incluso en 1945, muchos estaban convencidos de que una rendición japonesa se podía obtener sin recurrir a las armas nucleares.
"Una pequeña concesión"
"Los japoneses estaban listos para rendirse y no hacía falta golpearlos con esa cosa horrible", diría por ejemplo, años después, Dwigth Eisenhower, en aquel entonces máximo comandante de las fuerzas aliadas en Europa y eventual sucesor de Truman en la Casa Blanca.
Y numerosos académicos –como Mark Selden, profesor de la Universidad de Cornell y editor de The Asia-Pacific Journal– han  llegado a la conclusión de que las bombas no fueron tampoco el factor determinante para que Tokio se rindiera.
"Los japoneses ya habían sufrido la destrucción de ciudad, tras ciudad, tras ciudad, con  la pérdida de aproximadamente medio millón de vidas, por causa de los bombardeos estadounidenses. Y no habían parpadeado", reconoció Selden.
"Pero era porque estaban queriendo obtener una pequeña concesión de Estados Unidos, que exigía una rendición incondicional: la protección del emperador", le explicó a BBC Mundo.
Según Selden, antes de la detonación de Hiroshima, Japón  ya estaba buscando desesperadamente un camino hacia la rendición y para ello había buscado incluso la intermediación de la Unión Soviética, con  la que había suscrito un tratado de neutralidad años antes.
Pero, para el académico, los soviéticos no estaban realmente interesados en ayudar a la negociación, pues les ataría más la idea de sumarse al conflicto para hacerse con nuevos territorios y obtener otras ventajas.
Y según Tsuyoshi Hasegawa, profesor del departamento de historia de la Universidad de California en Santa Bárbara, fue precisamente la posibilidad de un involucramiento soviético lo que terminó de decidir a Truman por el uso de la bomba.
Aliados incómodos
"La entrada de la URSS habría acelerado el fin de la guerra. Pero  EE.UU.  ya había empezado a entrar en conflicto con los soviéticos en Europa del este,  por lo que había preocupaciones", le dijo Hasegawa a BBC Mundo.
"Es decir, Truman  tenía un dilema. Y la bomba resolvió ese dilema".
"En otras palabras, la principal razón para usar la bomba fue forzar a los líderes japoneses a que se rindieran antes de que los soviéticos entraran a la guerra. Las dos cosas están muy conectadas", explicó.
Y tanto él como su colega de Cornell coinciden en que fue precisamente la decisión de Moscú de sumarse al conflicto contra los japoneses, dos días después de Hiroshima, lo que terminó de forzar la rendición nipona.
"Yo creo que es útil pensar en el lanzamiento de la bomba como el primer gran momento de lo que muchos llaman o les gusta llamar 'la Guerra Fría'", dijo Selden, quien cree que Washington  también veía la bomba como una forma de mandarles un mensaje a los soviéticos.
"Y vista desde Tokio, desde el palacio imperial, la idea de tener a los rusos a cargo, en lugar de a los estadounidenses, debe haber parecido tremendamente poco atractiva", le explicó a BBC Mundo.
El peso de la opinión pública
Para muchos, la sensación de que la bomba tenía mucho de mensaje para la URSS se amplificaría cuando, después de la rendición EE.UU., no tuvo problemas en permitir lo que tanto había pedido Japón: conservar en el trono al emperador Hiroito.
¿Por qué no hacerlo antes si, como opina Hasegawa, esto habría podido acelerar el final del enfrentamiento?
Efectivamente, según el académico japonés, si Truman quería terminar la guerra cuanto antes y sin usar la bomba atómica, tenía dos opciones.
"Uno, podía haber invitado a Stalin a suscribir la declaración de Postdam [que exigía la rendición de Japón] . Dos, podía haberle dado a los japoneses la señal de que EE.UU. estaba dispuesto a preservar el sistema imperial. Pero no hizo ninguna de las dos", le dijo a BBC Mundo.
Y, para él, el sentimiento antijaponés que predominaba en EE.UU.  luego del ataque a Pearl Harbor puede ayudar a entender por qué nunca hizo llegar ese mensaje.
"Los japoneses empezaron la guerra desde el aire en Pearl Harbor.  Ahora les hemos devuelto ese golpe multiplicado", fue de hecho una de las primeras cosas que dijo Truman en el mensaje en el que informó al mundo del ataque contra Hiroshima.
"La usamos contra aquellos que nos atacaron sin advertencia en Pearl Harbor, en contra de aquellos que han matado de hambre, golpeado y ejecutado prisioneros de guerra estadounidenses, en contra de aquellos que han abandonado cualquier pretensión de obedecer las leyes internacionales de la guerra", insistiría en su mensaje del día del ataque nuclear contra Nagasaki.
Y aunque hay otros que piensan que la bomba también fue detonada para justificar los miles de millones de dólares invertidos en el proyecto Manhattan o para permitir su perfeccionamiento, Selden no le da mucho peso a esos argumentos.
"Puede que haya sido un factor, pero no le doy mucho énfasis porque la lógica de usar la bomba para terminar la guerra y la lógica de usar la bomba para enviarle un mensaje a los soviéticos es muy, muy poderosa. No necesita de eso", le dijo a BBC Mundo.
Por otro lado, también  hay historiadores que disputan la aserción de que Japón estaba listo a rendirse y que EE.UU. lo sabía.
"Los japoneses no veían su situación como catastróficamente desesperada. Tampoco estaban buscando cómo rendirse, sino intentando una salida negociada a la guerra que preservara el viejo orden en Japón, no nada más la figura del emperador", escribió, por ejemplo, Richard B. Frank en un ensayo publicado en ocasión del 60 aniversario de Hiroshima.
Y, según Frank, gracias a las intercepciones radiales los líderes estadounidenses también sabían que la paz todavía no estaba al alcance de la mano y que Japón todavía tenía que ser golpeado con fuerza para que se rindiera.
Lo que pudo ser
En cualquier caso, Japón nunca se rindió. Y ni los gobiernos, ni los militares, actúan basados en intenciones.
Y tanto Hasegawa como Selden coinciden en que, habiendo desarrollado la bomba, era muy difícil que EE.UU.  no la terminara utilizando durante la guerra.
"Las reticencias morales habían sido superadas incluso antes de la bomba atómica, así que pasar de las bombas incendiarias a las bombas atómicas fue una decisión relativamente fácil porque es nada más un asunto de escala: es hacer con una bomba lo que antes hacían 300 bombarderos B29", explica Hasegawa.
Y esa es también la razón por la que Selden critica el uso de la bomba atómica, que para él no fue sino una extensión del uso de bombas incendiarias "en 64 ciudades japonesas, con pérdidas inmensas de vidas humanas".
"El argumento no es que Estados Unidos inventó esa forma de hacer la guerra. De hecho, creo que los japoneses y los alemanes fueron los primeros, luego los británicos los siguieron y los estadounidenses a ellos", le dijo a BBC Mundo.
"Y puedo apreciar el otro lado del argumento, que los militares tiene como prioridad proteger a sus propios soldados y terminar la guerra. No es algo irrelevante", explicó.
Y tal vez, por eso, más útil que preguntarse si el uso de la bomba atómica de Hiroshima era necesario o no, o evitable o no, su aniversario debería servir para reflexionar sobre las formas en las que, todavía hoy, se hace la guerra. O sobre por qué, todavía hoy, hay guerras.
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(*) Este artículo fue publicado originalmente el 6 de agosto de 2015, al cumplirse 70 años del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, y fue republicado con motivo de la visita del presidente de EE.UU., Barack Obama, a esa ciudad este viernes.



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